LA HORA CERO DE LA EDUCACIÓN

El conflicto magisterial por la reforma educativa, particularmente en el apartado que contempla la evaluación de los profesores y el eventual despido o cambio de función de quienes no la superen, llegó a un punto en el que no parece haber retorno.

Ni el gobierno y los partidos están dispuestos a ceder y cambiar la reglamentación de los cambios constitucionales aprobados hace unos meses por el Congreso de la Unión, ni los maestros a aceptar lo que consideran un atentado contra sus derechos laborales.

El centro del conflicto está en la iniciativa de Ley General del Servicio Profesional Docente, que de acuerdo con los maestros inconformes sólo contempla regulaciones laborales y no en materia educativa, en detrimento de sus derechos como trabajadores.

Sólo que el fiero activismo de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en contra de la reforma educativa ha comenzado a permear entre sus pares agremiados en otros organismos sindicales, que aunque tímidamente, se están uniendo a las protestas.

Uno de los organismos que podría verse severamente afectado por esta situación es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que tras el encarcelamiento de su ex dirigente Elba Esther Gordillo ha hecho mutis del debate sobre las reformas, y a lo mucho ha hecho tibias observaciones sobre los temas más polémicos, lo que ya le acarreó críticas de sus agremiados, que no se sienten defendidos por sus nuevos “líderes”.

Pero el miedo no anda en burro. El presidente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, no quiere correr la suerte de su antecesora ni perder sus privilegios por oponerse a la reforma del presidente Enrique Peña Nieto. Y en el mismo caso están los líderes de seccionales y “dirigentes morales”, como los Callejas en Veracruz, que de ninguna manera se atreverán a contradecir un designio presidencial, pues el sistema los ha premiado y bien.

Para muestra, la diputación plurinominal en el número uno que por enésima ocasión el PRI le regaló a Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien seguramente será el próximo líder de la bancada tricolor y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Veracruz. Ni loco se le pondría a Sansón a las patadas, cuando a él, como a otros de sus pares en todo el país, les va a todo dar siendo “sumisos y obedientes” con quien esté en el poder.

Empero, este podría ser el principio del fin de esos “liderazgos”. Los maestros, que en época electoral suelen ser movilizados en masa para apoyar a quienes les indiquen sus dirigentes, se sienten traicionados y cada vez se alzan más voces de repudio contra quienes los usan para obtener votos, pero que a la hora buena se han hecho “de la vista gorda” para defender las “conquistas sindicales”.

En medio de violentos enfrentamientos en la ciudad de México y de protestas en varias ciudades del país, las horas por venir serán cruciales para el futuro de la educación y del sindicalismo mismo.

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