LA SOMBRA DEL FRAUDE

Han llegado a su fin las campañas más sucias de las que se tenga registro en la historia del estado de Veracruz. La posibilidad real de un cambio de partido en el poder, de una alternancia -hablar de una transición sería demasiado ingenuo-, abrió la puerta a las peores prácticas, a la más deleznable falta de civilidad y de respeto por los ciudadanos. Veracruz se inundó de la porquería lanzada desde todos los frentes en disputa, ante la mirada impávida de órganos electorales desde ahora derrotados, sin credibilidad ni autoridad moral ni política alguna, que se limitaron a dejar hacer y dejar pasar. Lo que nos espera el 5 de junio está lejos de ser una fiesta democrática. Desde ahora, el régimen se desvive por crear un ambiente de temor, de violencia cada vez más visible, más cercana. El duartismo-fidelismo amenaza, transa, compra y agrede, aterrorizado ante un eventual llamado a rendir cuentas si es echado del poder. Por ello no escatima medios para buscar arrebatar ...