EL NOTARIADO CÓMPLICE
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Fotografía: tomada de Animal Político |
La
investigación del portal informativo Animal Político que cimbró al gobierno
veracruzano al desnudar uno de sus modus
operandi para desviar recursos públicos puso el dedo en otra llaga: el de
las notarías que avalan actos ilegales, entregadas a los familiares, los amigos
y sobre todos, los aliados. O mejor dicho, los cómplices.
Ha
sido casi una tradición en Veracruz, y seguramente en otros estados, que al
final de cada sexenio el gobernador en turno reparta notarías entre sus
allegados como “pago” por los “servicios” prestados al régimen. Y vaya que se
trata de un buen pago.
Quien
obtiene una patente para ejercer el notariado recibe en los hechos una
verdadera mina de oro, pues por los servicios para otorgar la fe pública sobre
diversos actos jurídicos se llegan a cobrar sumas millonarias. Es un negociazo,
por donde se le vea.
Por
ello es que muchos de los notarios son o han sido políticos o funcionarios que,
una vez concluida su labor al servicio de un gobierno, son premiados
volviéndolos fedatarios, condición que pueden incluso volver hereditaria al
solicitar que la notaría pase a ser dirigida por sus familiares cuando les es
preciso. En Veracruz existen varios casos.
Y
por supuesto, al ser muchos de los notarios personas ligadas al régimen, cuando
les es requerido algún “favor” desde el poder para dar “legalidad” a una
operación, no pueden negarse.
Eso
es parte de lo que revela la última entrega del reportaje de Animal Político
sobre las empresas fantasma por medio de las cuales el gobierno de Javier
Duarte desembolsó más de 645 millones de pesos para obras y servicios
inexistentes. Doce notarios públicos del estado, nombrados en éste y en el
anterior sexenio, “dieron fe” del estatus “legal” de las empresas cuyos
domicilios fiscales se ubican en casas de colonias populares, en tiendas de
abarrotes y hasta en lotes baldíos, y cuyos “socios” ni siquiera sabían que lo
eran.
Destacan,
por ser políticos conocidos en Veracruz, los casos de Francisco Montes de Oca y
de Raúl Ramos Vicarte. El primero avaló en la Notaría Número 10 de la ciudad de
Córdoba la constitución de tres de las empresas fantasma. En el caso del
segundo, fue su hijo, Israel Ramos Mange, quien dio el “visto bueno” a la
creación de una de las empresas “pantalla” en la Notaría 59 del puerto de
Veracruz. Además, Ramos Vicarte es director del Registro Público de la
Propiedad y de Inspección y Archivo General de Notarías del Estado, el órgano
que, por cierto, regula a los fedatarios de la entidad. Ambos, con una larga
trayectoria dentro del PRI.
Lo
que quedó al descubierto es otra de las costumbres más perversas del régimen,
que dispone de las notarías de manera patrimonialista, como si las patentes
fueran propiedad del gobernador en turno y que sirven para avalar y dar
legalidad a negocios que, como los expuestos por Animal Político, representan
fraudes al erario público.
Montes
de Oca y Ramos Vicarte no son los únicos que han sido beneficiados con notarías
a su paso por la política, definitivamente. Por ejemplo, tenemos el caso de Tamara
Morales Owseykoff, ex esposa del candidato del PES a la gubernatura, Alejandro
Vázquez Cuevas, quien recibió la patente para el ejercicio del notariado de
manos de Fidel Herrera Beltrán el 26 de agosto de 2010, año en el que su
entonces marido fue echado de la campaña del PAN acusado de traición.
Y
por lo que se sabe, a algunos de los actuales candidatos de los partidos
pequeños a la gubernatura les ofrecieron lo mismo para que aceptaran postularse
y tratar así de pulverizar el voto de la oposición.
¿O
a poco creían que era de a gratis tanta vocación “democrática”?
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Fotografía: archivo |
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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