UNA CIUDAD DESTROZADA
En los 16 años que tengo de vivir en Xalapa, y 20 desde que comencé a frecuentar la ciudad, jamás la había visto en el lamentable estado que actualmente presenta. Prácticamente no hay arteria de la capital veracruzana que no parezca escenario de un bombardeo. Verdaderos émulos de cráteres lunares “adornan” las calles de la ciudad, en cualquier zona de la misma. Transitarla en un vehículo es una verdadera hazaña, digna de un conductor experto en carreras de obstáculos. O de un kamikaze. Por supuesto que esto no es motivo de burla. Es un peligro real para quienes cruzamos la ciudad para ir a trabajar o llevar a nuestros hijos a la escuela. Más de un conocido ha perdido una llanta, la suspensión y hasta el motor de sus vehículos luego de caer en hoyancos de 50 centímetro s o más de profundidad, poniendo además en serio riesgo su integridad física. Es cierto que las torrenciales lluvias que han caído sobre gran parte del estado son las causantes del daño al equipamiento urbano no s...