EL OCASO DE LOS CACIQUES
Si
algo valioso puede destacarse del movimiento magisterial de las últimas semanas
en Veracruz es que los mentores han conocido la verdadera cara de sus
dirigentes sindicales, que han medrado con ellos durante años.
Pudieron
darse cuenta que a la hora de que el Presidente envió una iniciativa de ley que
afecta sus derechos laborales, esos líderes “se hicieron de la vista gorda”
para proteger sus propios intereses. Y algunos, que son legisladores, hasta
votaron en favor de tales enmiendas.
Los
profesores veracruzanos, principalmente los afiliados al Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE), el más grande de la entidad y del país, se
percataron de la estulticia de sus dirigentes, que jamás les dieron la cara y
prefirieron reunirse con las autoridades estatales para “garantizar” que
pondrían en orden a los “revoltosos”, a quienes hostigaron con amenazas de
ceses y descuentos si continuaban apoyando las protestas públicas. Ello, a
cambio de mantener sus propios privilegios y cotos de poder.
Incluso
han pretendido engañarlos al decirles que las reformas laborales en el sector
educativo no afectaban los derechos de los educadores, lo cual es falso, pues
hay claras modificaciones al marco legal que reducen sus prestaciones, las
llamadas “conquistas sindicales”. Ése es un hecho concreto, objetivo,
independientemente de valoraciones cualitativas.
En
este espacio comentamos hace unos días que los maestros tenían la oportunidad de deshacerse de esos
cacicazgos sindicales que por décadas han hecho de los organismos gremiales
magisteriales instrumentos de control político, esencialmente al servicio del
PRI, a cambio de migajas en forma de pequeñas canonjías, mientras dirigentes
como los Callejas, los Servín, los Diz, y todos los demás, se servían con la
cuchara grande disponiendo, de manera grotesca, de cargos políticos y plazas
para sí y los suyos.
Pues
bien, ya hubo quien se animó a ponerle el cascabel al gato. Un grupo de
maestros “recuperó” las instalaciones de la sección 32 del SNTE el domingo
pasado, y convocó a una asamblea para destituir de la secretaría general a
Juan Nicolás Callejas Roldán, el
“cachorro” del sempiterno “líder moral” Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien a
raíz de este conflicto, que claramente lo ha rebasado, ve en peligro su posición
como coordinador de la bancada del PRI en la LXIII Legislatura del Estado que
arranca funciones en noviembre.
A
la hora de redactar estas líneas se hablaba de que Callejas intentaría
recuperar como fuera las instalaciones de la sección 32, y que convocaría a una
marcha (como las que intentó bloquear por “el bien de los estudiantes”) para
mostrar que aún cuenta con el apoyo de la mayoría de los profesores.
Pero
más allá de lo que al final suceda, su “reinado” intocable e incuestionable ha
terminado. Los maestros le perdieron el respeto (y el miedo). Su liderazgo está
mermado. Y como el de él, el de los demás dirigentes que se han eternizado en
el control del magisterio, que está en un cruce de caminos: o se renueva, o
como gremio, literal, muere.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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