HALCONCITOS Y HALCONAZOS

La rectora de la Universidad Veracruzana Sara Ladrón de Guevara cumplió su palabra y se deshizo del club Halcones, que si bien le dio grandes satisfacciones a la comunidad universitaria y a todos los xalapeños con sus campeonatos en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), era incosteable para la institución, dada la precariedad de su presupuesto en relación con sus enormes necesidades.
Así que ahora la UV sólo tendrá a sus “halconcitos” de la Asociación de Basquetbol Estudiantil, misma que, hay que decirlo, es una liga menor, sin el nivel con el que se juega ya no digamos en la LNBP, sino en otras también universitarias como el Conadeip o el CONDDE. Sin duda, hay otras prioridades en este rectorado de la UV.
Esto ya le atrajo críticas a la rectora, a la que se le señala que otras universidades públicas, como la UNAM, la Autónoma de Nuevo León, la de Chihuahua, y hasta la Autónoma de Puebla, mantienen equipos profesionales no sólo de basquetbol, sino de diferentes deportes, incluida la mafia del futbol soccer.
Sólo que, ciertamente, es incomparable la cantidad de recursos que manejan esas instituciones con los que tiene la UV, cuyas necesidades en materia de infraestructura, matrícula y desarrollo educativo son gigantescas.
Y justo cuando la fanaticada embravecida reclamaba la muerte de sus halcones en Xalapa, apareció la “mano salvadora” del gobierno estatal, que hace unos días anunció que asumía la titularidad de la franquicia del club profesional, “con el objetivo de promover los valores deportivos que encarna un equipo que se ha convertido en una tradición en la capital veracruzana y porque sus responsabilidades constitucionales le demandan fomentar el deporte, la protección a la salud y políticas de recreación e integración social y familiar”, según una declaración atribuida al gobernador Javier Duarte en un boletín.
Más allá de que habrá que buscar en qué parte de la Constitución dice que un gobierno debe fomentar el deporte manteniendo clubes profesionales (que entrañan, de suyo, un negocio, y por ende, un riesgo), es pertinente preguntar de dónde van a salir los casi 52 millones de pesos por temporada que cuesta la nómina y enseres del equipo.
Porque se supone que el gobierno veracruzano no tiene dinero mas que para lo indispensable. Incluso, a varios empleados de confianza los tienen sin cobrar porque no hay con qué pagarles su sueldo (o al menos eso les dicen).
Incluso, el Gobierno del Estado ya mantiene a un equipo en la LNBP, los Halcones Rojos de Veracruz, creados por capricho de la ex presidenta del DIF estatal Rosa Borunda de Herrera en el sexenio pasado, quien no soportaba el éxito del club universitario xalapeño.
En estas condiciones, ¿es justificable un gasto así de parte del gobierno? Creemos que no. Además, las experiencias recientes de la administración estatal manejando un club profesional, en este caso, los Tiburones Rojos del Veracruz, fue desastrosa. En lo deportivo y en lo financiero.
Por lo pronto (y no es porque no les tengan confianza, ¿verdad?), la LNBP postergó los dos primeros juegos de los Halcones Xalapa (porque ya no serán UV, más que por el gimnasio en el que seguirán celebrándose los partidos) en tanto les aclaran de qué va la nueva directiva.
Lo que es un hecho es que en Xalapa habrá “halconcitos” y “halconazos” (de los que juegan básquet. Aunque de los otros también hay). Usted decida a cuáles quiere ver.

Twitter: @yeyocontreras


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