LA VIRGEN DEL DOLOR
Comenzaron las fiestas en honor a la Virgen de La Candelaria en la ciudad de Tlacotalpan, la “perla del Papaloapan”. Y con éstas, también sobrevino de nueva cuenta la polémica. Año con año, activistas pro derechos de los animales protestan por la práctica del embalse de toros cebú para que atraviesen el río Papaolapan amarrados a unos frágiles botes y sostenidos de las fauces, la cola y las fosas nasales por los lugareños. El suplicio del animal no termina ahí. Una vez en tierra (si no se ahogan en el río, como ha sucedido ya), los bovinos son azuzados a golpes por una turba alcoholizada para que embravezcan y embistan -más bien aterrorizados- a quienes los agreden con lujo de saña, aprovechando que se trata de toros mansos, a diferencia de los de lidia. La práctica de lanzar toros a las calles durante las fiestas religiosas de un pueblo no es en absoluto nueva. Es una “tradición” proveniente de España, concretamente de Pamplona, donde durante las celebraciones en honor a San F...