LA SEÑORA PRESIDENTA
Si
otra cosa no sucede, este próximo 23 de enero se llevará a cabo el relevo en la
dirigencia estatal del PRI de Veracruz, a donde arribará la ex alcaldesa de
Xalapa, Elizabeth Morales García.
Aunque
la convocatoria para la renovación de la dirigencia priista establece que el
registro de aspirantes sea este el martes 21, tras de lo cual se llevaría a
cabo una campaña interna, nadie más que Morales García se anotará, por lo que
no tendría caso prolongar hasta febrero el movimiento.
Como
suele suceder en la “democracia” al estilo priista, todos los sectores y
actores políticos de este partido están pronunciando públicamente su “apoyo” a
la también ex diputada federal para que se haga cargo del tricolor veracruzano.
Pero no porque estén de acuerdo, sino porque es una instrucción dada desde
palacio de gobierno que lo hagan. El clásico “dedazo”.
Pero
la realidad es que dentro del PRI es muy mal vista la imposición de Elizabeth
Morales, pues los viejos cuadros de ese instituto político no le ven
merecimiento alguno ni suficiente militancia partidista como para ser la
presidenta del Comité Directivo Estatal.
Por
ello la campaña negra desatada en días pasados en su contra, en la que se
ventilaron asuntos de su vida personal así como acusaciones de presuntos malos
manejos de los recursos del Ayuntamiento de Xalapa en el tiempo que fungió como
alcaldesa. Fuego amigo que terminó siendo en vano, porque la decisión está
tomada.
Además,
es sabido que Elizabeth suele trabajar políticamente sólo en su favor. Cuando en
2010 obtuvo la nominación para ser candidata del PRI a la alcaldía xalapeña, lo
logró porque convenció al entonces gobernador Fidel Herrera de que con su
capital político –que en ese momento era bastante alto, producto de la labor
clientelar en sectores marginados construida mediante su programa de TV– le
atraería votos al abanderado a la gubernatura, Javier Duarte de Ochoa.
Elizabeth
Morales efectivamente arrasó en aquellos comicios. Pero Duarte de Ochoa fue
derrotado en Xalapa, lo que le valió ser congelada y marginada por un largo
tiempo del círculo cercano del mandatario, que no le perdonaba la afrenta.
Pero
parece que eso ya quedó en el olvido. Elizabeth será dirigente del PRI porque
así lo decidió el propio Javier Duarte, aunque no queda clara la razón de ello
ni el objetivo que se persigue, pues 2014 será un año árido para los partidos
en Veracruz, pues no hay proceso electoral y, por ende, tampoco recursos para
operar.
Lo
que queda de manifiesto es que Elizabeth Morales es una mujer muy inteligente y
audaz. Y muy ambiciosa también. Ya se verá a qué intereses sirve desde la
dirigencia estatal del PRI, en el marco de la carrera por la sucesión de 2016,
que ya está en marcha.
A
ver si no les da una sorpresa y le “gana el brinco” a más de uno.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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