EL FRACASO DEL ESTADO
Más
de un año tardó el gobierno de Enrique Peña Nieto en hacer algo en el estado de
Michoacán, asolado por la violencia del crimen organizado.
Pero
en un acto por demás inverosímil, indignante y ruin, lo que decidió hacer fue
reprimir, abriendo fuego contra la población civil que ante la absoluta
incompetencia del gobierno estatal y la indiferencia del federal, tomó las
armas para combatir a los narcotraficantes que se habían adueñado de buena parte
del territorio de aquella entidad.
La
entrada del ejército para desarmar a las llamadas autodefensas en la tierra
caliente de Michoacán, al momento de escribir estas líneas, ya había costado la
vida al menos a dos personas según la Secretaría de la Defensa Nacional, aunque
las autodefensas reportan cuatro decesos, entre ellos el de una niña de 11
años.
Las
justificaciones del gobierno (y de sus jilgueros en los medios) son que
permitir que la población civil se arme y tome la justicia en sus manos es caer
en la anarquía. Aún concediéndoles por un momento la razón, ¿qué le queda a la
gente cuando la autoridad no cumple con uno de sus principales deberes, que es
garantizar la seguridad personal y patrimonial de sus gobernados?
¿Qué
camino puede seguir un ciudadano cuando los delincuentes le cobran “derecho de
piso” por trabajar, cuando sus casas son desvalijadas, sus mujeres son
secuestradas y ultrajadas por los criminales, mientras sus hijos son
“reclutados” para integrar los comandos de sicarios, todo en la más absoluta
impunidad, pues éstos están coludidos con los policías? ¿Qué le puede reprochar
un gobierno inútil a una población harta, que simplemente hizo el trabajo que
la autoridad fue omisa en desempeñar?
Pues
el gobierno de Peña Nieto decidió arremeter contra la población para “poner
orden”. Pero contra los narcotraficantes no ha movido un dedo. Siguen tan
campantes como siempre. En Michoacán y en otros estados, como el de Veracruz,
que según un reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos dado a conocer
en diciembre pasado, también alberga autodefensas, siempre negadas por el
gobierno estatal.
Aquí
en el Golfo la situación no es muy diferente a la que se vive en el occidente
del país, aunque la propaganda oficial anuncie que visitas como la que acaba de
realizar el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong a la entidad “es
muestra de la excelente labor que está realizando en materia de seguridad el
gobierno de Javier Duarte de Ochoa”.
Respecto
de lo anterior, habría que conocer la opinión de las familias de las decenas de
jóvenes desaparecidos en territorio veracruzano en los últimos tres años, como
la muy reciente de Gibrán Martiz en Xalapa. O la de la población de las
ciudades de Veracruz y Acayucan, por citar dos, donde hay ejecuciones y
enfrentamientos todos los días. ¿También van a esperar a que la gente tome las
armas para actuar?
La
estrategia del Gobierno Federal en materia de seguridad y combate a la
violencia ha demostrado su inoperancia, con un agravante en los últimos días:
ya no pudieron evitar que se hablara de eso en los medios de comunicación.
El
fracaso es monumental.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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