CALUMNIA, QUE ALGO QUEDA
De
pequeña estatura moral y de muy limitada inteligencia, muchos miembros de la
clase gobernante de este país, y de Veracruz en particular, rigen su actuar
político con base en la conseja atribuida equivocadamente al pensador francés François
Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire: “calumniad, que de la calumnia algo
quedará”.
Así,
se dedican a esparcir chismes e infundios para denostar a sus críticos y a sus
adversarios, sin importarles el daño que les causan en su fama pública, en su entorno
familiar y hasta en su labor profesional. Lo que quieren es ofender y restar
credibilidad a quienes no están en su misma sintonía o no sirven a sus
intereses personales y de grupo.
Como
ya hemos mencionado antes en este mismo espacio, de unos años a la fecha los “estrategas”
de la clase política en Veracruz han optado por utilizar lo que en términos de
mercadotecnia se llama “mailing”, que es el envío masivo de correos
electrónicos, método utilizado originalmente por las empresas para hacerse
publicidad, pero que en los terrenos de la grilla
se usa para la guerra sucia y el golpeteo de baja estofa.
Fue
por esa vía que nuevamente, un correo enviado este domingo desde una cuenta
apócrifa buscó desacreditar a un grupo de periodistas y medios de comunicación veracruzanos,
a quienes se incluyó en una lista de “apoyos” y “convenios millonarios” con el
ayuntamiento de Boca del Río, que encabeza Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del
más odiado enemigo del actual régimen, Miguel Ángel Yunes Linares.
En
el correo electrónico enviado a las cuentas de reporteros, columnistas y
redacciones, se incluye un supuesto intercambio de instrucciones entre el
alcalde de Boca del Río y un subalterno para hacerle cambios a la “lista” –que
no es sino una simple hoja de Excel con nombres y supuestos montos a pagar– que
según el perpetrador del envío masivo, se “filtró” desde el propio gobierno
municipal.
Esto
no pasaría de ser un chisme de lavadero dentro del show estercolero en que se
ha convertido la disputa entre el gobierno estatal y la familia Yunes, de no
ser porque algunos medios “aliados” de la administración de Javier Duarte
publicaron esa información en sus espacios, lo que convierte a la patraña en
una agresión desde el poder contra los medios y periodistas ahí citados, pues
no ofrece prueba contundente alguna, pero los expone públicamente.
El
hecho mereció el repudio del integrante de la Comisión Estatal de Atención y
Protección a Periodistas Jorge Morales Vázquez –el único que levanta la voz en
ese organismo cuando sucede una agresión contra alguien del gremio–, quien en
sus cuentas en Facebook y Twitter escribió: “condeno la ruin campaña negra
emprendida contra medios y periodistas en Veracruz críticos de los abusos y
excesos del poder público estatal. Su práctica no sólo revela la amoralidad de
sus autores, sino el tramposo maniqueísmo que envenena la vida pública de
Veracruz desde hace años”.
Como
mencionó uno de los afectados, en este medio cada quien sabe lo que hace y
todos sabemos quién es quién, por lo que podrán decir misa. Pero la estrategia
que usa el régimen ante la falta de argumentos para contrarrestar las críticas
a un mediocre desempeño gubernamental y al dispendio de los recursos públicos
–incluyendo el pago de sicarios cibernéticos–, está más cerca de la propaganda
fascista, cuya filosofía está resumida en una frase también atribuida de manera
errónea al ministro nazi Joseph Goebbels: una mentira repetida mil veces, se
vuelve realidad.
O
al menos, eso es lo que creen los sembradores de odio.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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