MONEDAS DE CAMBIO
Finalmente
el PRI firmó el acta de defunción de los institutos electorales locales al
anunciar su anuencia a la creación del Instituto Nacional que sustituirá al IFE
y a todos los organismos estatales, centralizando la organización de todos los
comicios del país.
Aunque
en un principio se resistió –pues con la desaparición de los órganos estatales
el tricolor es el principal afectado, ya que los gobernadores, priistas la
mayoría, no podrán seguir metiendo mano en las procesos locales–, el PRI
terminó cediendo ante el PAN y el PRD, que además, también le sacaron su venia
para desaparecer de la iniciativa de reforma hacendaria el IVA a colegiaturas,
créditos hipotecarios y renta de inmuebles.
Así
que podemos comenzar a entender lo que quiso decir el presidente Enrique Peña
Nieto cuando afirmó que estaba dispuesto a asumir los costos políticos de las
reformas. Ha comenzado a hacerlo, al conceder a la oposición esas pequeñas y
hasta pírricas “victorias”.
Porque
la reforma que de verdad le interesa al Presidente, y en la que difícilmente
estará dispuesto a soltar la cuerda, a ceder un ápice, es la energética, misma
cuya discusión está convenientemente en “stand by”.
Con
estas modernas “concertacesiones”, Peña Nieto tendrá garantizado el voto del
PAN para aprobar las modificaciones constitucionales que se requieren para
permitir la participación de capital privado en la extracción del petróleo y
otros energéticos. Y tendrá espacio para negociar con el ala moderada de la
izquierda, que ha sido ambigua en su postura sobre este tema, y es proclive a
los “acuerdos por el bien del país”.
Así
que quitarle a los gobernadores la prerrogativa de incidir en los comicios
estatales a través de los órganos electorales locales representa un mal menor
para el régimen, que de por sí está en la dinámica de restarle fuerza al
federalismo.
Sólo
que a diferencia de cuando el Gobierno Federal estaba en manos del PAN, ahora
los mandatarios estatales priistas ya no se rasgan las vestiduras por
decisiones que, en los hechos, les restan fuerza y poder. Faltaba más, para eso
ya tienen jefe de nuevo.
Sin
embargo, es imposible dejar de señalar que las reformas “impostergables”,
“indispensables” y “urgentes”, quizás no lo sean tanto, donde se acuerdan
modificaciones con tanta ligereza.
Más
bien, son monedas de cambio para las que sí traerán consecuencias de largo,
larguísimo plazo
Justicia
a medias
Qué
bueno que la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz cesó a los policías
estatales que agredieron al reportero radiofónico Alfonso Parra, quien recibió
el apoyo de su empresa, Oliva Radio, en su querella contra los uniformados que
lo atacaron sin justificación alguna hace unos días en la ciudad de Xalapa.
Empero,
el problema es de fondo. Es de vulnerabilidad de quienes ejercen el oficio
periodístico frente a elementos policiacos supuestamente “certificados” y
“capacitados”, que con su conducta demuestran que eso es falso, y que para lo
único que están entrenados es para repartir madrazos.
Ahora
esperamos que se garantice la seguridad de Alfonso Parra, pues no es fantasioso
pensar que pueda haber represalias en su contra. Y que no se quede en el cese,
sino que se les aplique la ley a los ex policías mediante un proceso penal por
las lesiones que le pudieran haber ocasionado.
Por
supuesto, también esperamos que se actúe con la misma contundencia contra
quienes tundieron a maestros, estudiantes y periodistas la madrugada del 14 de
septiembre pasado en la plaza principal de la capital de Veracruz. Para que no
se piense que hay diferente rasero, ¿no?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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