LA EMBAJADA QUE NUNCA FUE

Aunque preferían decirlo en voz baja, sin “hacer olas”, la mayoría de los priistas siempre supieron que las versiones sobre las supuestas encomiendas diplomáticas que el Gobierno Federal tenía para el ex gobernador veracruzano Fidel Herrera Beltrán, eran propaladas por él mismo. Pero sin posibilidad de que se concretara una sola.
¿Y por qué no?, cuestionarían los fidelistas –que los sigue habiendo, bastantes y aferrados a su “maestro”–. El “Tío Fide” tiene una larga carrera política, como pocas. Cinco veces diputado federal, senador de la República, gobernador de su estado. Posee una amplia cultura (y eso sí hay que reconocérselo. Ya la quisiera más de uno en el actual gobierno estatal). ¿Qué podría hacer pensar que no tiene merecimientos para incorporarse al servicio exterior mexicano?
Más allá de credenciales políticas para aspirar a un cargo de este tipo, Fidel Herrera siempre ha tenido en contra la larga cadena de enconos que ha ido dejando tras de sí en su camino, entre propios y extraños. Desde su prolongada batalla contra su principal adversario, Miguel Ángel Yunes Linares, hasta la animadversión que le tienen muchos dentro de su propio partido, siendo la más grave de todas, la que le profesa Enrique Peña Nieto.
El Presidente no olvida que sus hijos estuvieron en peligro de muerte durante una visita que hicieron al puerto de Veracruz siendo todavía gobernador Herrera Beltrán. Un comando armado –de esos que no existieron nunca en las versiones oficiales durante su sexenio– atacó el convoy en el que viajaban los menores y mató a sus escoltas.
Con ese antecedente, siempre sonó sospechoso que Peña “premiara” a Fidel con un cargo diplomático, ya fuera en Venezuela, Argentina, Grecia o las Islas Fidji. Pero experto en la “tenebra” como una manera de hacer política, Herrera Beltrán mantuvo esa expectativa y hubo quien se la creyó firmemente, sin pensar que los nombramientos de todos los embajadores deben pasar por la aprobación del Senado de la República, donde el político de Nopaltepec también tiene varios enemigos. Y no sólo en los partidos de oposición.
Precisamente fue en el Senado de la República donde le dieron la estocada final a la pretensión de Herrera de un retiro dorado con cargo al erario. Este miércoles, los legisladores pidieron de manera unánime a la Procuraduría General de la República que informe si abrió una investigación en contra del ex mandatario por la declaraciones ante un juzgado norteamericano de José Carlos Hinojosa, identificado como miembro del grupo delictivo de los Zetas, en las que afirmó que en 2004, esta banda entregó al entonces candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz 12 millones de dólares para financiar su campaña.
También exhortaron a la PGR a que, “en caso de que aún no haya analizado el asunto, determine si es legalmente viable iniciar las investigaciones que correspondan y prevea solicitar al gobierno de Estados Unidos copia del expediente del juicio”.
De acuerdo con el dictamen, los senadores afirman que no han tenido acceso a información oficial del tema y buscan “asegurar el principio de presunción de inocencia” de Fidel Herrera garantizando el acceso a esa documentación. Y que en caso de que no hubiere investigación abierta en la PGR, “se le haga un llamado para realizarla, siempre y cuando existan elementos legales para ello”.
Lo anterior no quiere decir que vayan a meter a la cárcel a Fidel Herrera ni algo por el estilo. Pero en lo que son peras o son manzanas, y con un señalamiento de esa gravedad a cuestas, que ya pasó del mero chisme en los medios a un exhorto unánime del Poder Legislativo, el tema de la supuesta embajada quedó muerto y enterrado.

Twitter: @yeyocontreras


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