SSA: A LA SALA DE EMERGENCIA
Era
un secreto a voces desde hace meses, pero ahora fue confirmado por las nuevas
autoridades de la Secretaría de Salud: en Veracruz hay un enorme desabasto de
medicamentos, que según sus propios cálculos, alcanza el 40 por cierto.
Pero
no es algo nuevo. Bastaba darse una vuelta por los principales hospitales y
centros de salud del sector público en el estado para darse cuenta que, simple
y sencillamente, no había medicinas para los pacientes, que debían por sus
propios medios conseguirlas.
Esto
es parte del enorme desorden que encontró a su llegada a la dependencia el
nuevo titular del sector salud en el estado, Juan Antonio Nemi Dib, desastre
que le dejó su antecesor Pablo Anaya, quien fue “premiado” por su desempeño con
un cargo en el PRI de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
No
por nada una de las primeras acciones de Nemi al frente de la Secretaría fue
rescindir el contrato a la empresa proveedora de medicamentos, Farmacia de Genéricos
Intercambiables, por incumplimientos y fallas graves en el abasto, problema que
como vemos, es de proporciones realmente graves.
Sin
embargo, las complicaciones en la Secretaría de Salud vienen de tiempo atrás,
concretamente, desde la administración estatal anterior, cuando el entonces
secretario de Salud, Manuel Lila de Arce, le otorgó a la empresa Finamed un súper
contrato por la friolera de cinco mil millones de pesos para prestar servicios
complementarios, que incluían la renta de equipo médico especializado, que ahora
se sabe no ha funcionado correctamente o ni siquiera se ha instalado en los
nosocomios.
A
Finamed también estaría por rescindírsele el contrato por estas anomalías,
aunque según esto, habría riesgo de que dicha empresa interpusiera una demanda
multimillonaria contra el estado en caso de que tal acción se lleve a efecto.
A
ello habría que agregar el fraude que se cometió contra las finanzas públicas
de Veracruz en 2010, con la compra de medicamentos apócrifos del laboratorio
Roche –misma que fue confirmada por la propia compañía afectada– por parte de
la empresa Especialidades Médicas del Sureste, operación en la que está implicado
Andrés Beceiro Delfín, hijo de Andrés Beceiro López, uno de los empresarios
consentidos del sexenio pasado.
Nemi
Dib recibió una bomba de tiempo que le puede explotar en las manos. Por lo
pronto anunció una inversión extraordinaria por 68 millones de pesos para
comprar medicamentos y surtir los hospitales de la entidad, ante el peligro de
una verdadera emergencia sanitaria por falta de estos suministros, máxime que
comenzó la época de calor y las enfermedades gastrointestinales se multiplican.
Pero
no creemos que esto deba quedar en meras rescisiones de contratos o en despidos
de la estructura burocrática. Se deben fincar responsabilidades legales a
quienes hicieron negocios turbios a costa de la salud de los veracruzanos.
Conociendo
a Nemi Dib, es lo mínimo que esperamos de él.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario