EL ASALTO AL PAN

Este domingo 14 de abril, el Partido Acción Nacional realizará elección interna para definir a sus candidatos a los comicios del próximo 7 de julio. Pero desde ahora, vive una gran pugna por evitar ser arrasado por el grupo de neopanistas que intentan hacerse del control de este instituto político. 
La familia Yunes está empujando con todo para quedarse con las principales candidaturas, como las de las alcaldías y diputaciones de Boca del Río, Xalapa, Veracruz y Orizaba, postulando viejos y nuevos aliados, algunos francamente impresentables, u otros que no cumplen con requisitos de residencia en las demarcaciones que buscan gobernar o representar. 
En una entrega reciente de esta columna, ya habíamos señalado que había “mano negra” en el PAN, y los hechos recientes lo están confirmando. Un ejemplo ominoso es la aparente imposición del empresario ex priista Fidel Kuri Grajales como candidato a alcalde de Orizaba. El desprestigio de este personaje es tal que ni en el PRI lo quisieron, lo cual ya es decir. 
Mismo caso es el de Xalapa, donde Abel Cuevas Melo, quien es de Coatepec, fue beneficiado con la negativa a registrar la precandidatura a alcalde de Antonio Luna Rosales bajo argumentos pueriles. 
El propio Cuevas Melo confirmó que su aliado Miguel Ángel Yunes Linares busca la primera posición en la lista de candidatos plurinominales a diputados locales, lo que de concretarse le garantizaría su lugar en la próxima Legislatura del Estado. 
Nunca se imaginaron los entonces candidato a la gubernatura Gerardo Buganza, y dirigente estatal del PAN Alejandro Vázquez Cuevas, lo que pasaría cuando invitaron a Miguel Ángel Yunes Linares a integrarse a la campaña blanquiazul de 2004. Nueve años después, ambos están fuera de Acción Nacional, y el ex secretario general de Gobierno en tiempos de Patricio Chirinos está por arrebatarle el control del partido en Veracruz al panismo tradicional. 

Control de daños 

Como por arte de magia, los juzgados en Veracruz impartieron justicia pronta y expedita. Justamente en medio de la tormenta de críticas al gobierno por el reconocimiento que le dio la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos por su “defensa de la libertad de expresión”, sentenciaron a 38 años de prisión a Jorge Antonio Hernández Silva, uno de los presuntos asesinos de la periodista Regina Martínez. 
Imposible evitar ser escépticos ante la resolución del Poder Judicial local, que suele ser cualquier cosa, menos eficiente y ágil. Y más porque en política, las coincidencias no existen. Suena a un mero control de daños. 
Por lo pronto, el sujeto al que apodan el “Jarocho” y a quien la Procuraduría también le achaca el crimen de la periodista, sigue libre. Ni de cerca se ha hecho justicia a Regina. 

Twitter: @yeyocontreras

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Y SI PERDIÓ ROCÍO?

LA UV Y EL “PATIÑO” TEMBLOROSO

DESCOMPOSICIÓN TOTAL