EL ARTE DE LA SIMULACIÓN


Como siempre, a pesar de que se rasgan las vestiduras para convencernos de sus “impolutas” intenciones, nuestros políticos terminan por decepcionarnos y demostrar que en México, el crimen sí paga. Y que con dinero (o una buena negociación) baila el dirigente de partido.
Mucha alharaca armaron los presidentes nacionales del PAN, Gustavo Madero, y del PRD, Jesús Zambrano, con que se saldrían del Pacto por México si no se castigaba a los responsables del videoescándalo de los mapaches veracruzanos. Y al final, una encerrona con el Secretario de Gobernación bastó para que ambos salieran muy orondos y apaciguados a declarar que relanzarían el Pacto, y que seguían siendo tan cuates como siempre.
Lo que hayan negociado, sólo ellos lo saben. Pero una cosa es segura, y lo veremos en los días por venir: no va a pasar nada con el tema de los presumibles desvíos de recursos para campañas en la entidad. Nadie pisará la cárcel, ni será relevado de su cargo público, vamos, ni siquiera verá en riesgo alguna candidatura amarrada previamente. Todo se quedará en los fuegos de artificio que vimos a finales de la semana pasada y principios de ésta.
¿Tanto, para nada? Así es. Así juegan los partidos sus cartas en el tablero de la política, manipulando a los ciudadanos que les creen sus “convicciones demócratas”, de las que hacen alarde en tanto no les lleguen al precio. Después, cuando ya se han “arreglado”, salen con que por el bien de las instituciones, dejan las denuncias de ilegalidades por la paz.
Es cierto que la política es, entre otras cosas, un oficio de negociación, de resolución de conflictos y desacuerdos para llegar a un punto de coincidencia que permita la convivencia en sociedad. Pero en México, se le ha condenado a ser el arte de la simulación.
Por eso, nadie se ve nervioso a estas alturas. Ni Rosario Robles. Ni Salvador Manzur. Ya no digamos el presidente Peña Nieto o el gobernador Duarte. O en el bando contrario, los Yunes, que también se llevaron sendas denuncias. No están en riesgo chambas ni proyectos.
Porque en México, la justicia y la legalidad, son negociables.

Ahí la lleva Nemi

Tremendo impulso le dio el gobernador Javier Duarte al secretario de Salud Juan Antonio Nemi Dib con el lanzamiento del programa Salud para Todos, que pinta para ser de los más importantes de la segunda mitad del sexenio.
Juan Antonio es sin duda de los funcionarios más comprometidos con su chamba. Y lo mejor para él, es que no es candidateable a nada, por lo que, esperemos, lo dejen hacer su trabajo.

Twitter: @yeyocontreras

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