BATALLA CAMPAL


Los tambores de guerra de las elecciones ya suenan en todo Veracruz. Los primeros candidatos, los que aspiran a llegar al Congreso del Estado, fueron registrados ante la autoridad electoral. Los de los ayuntamientos lo harán en los próximos días. Se respira la tensión propia del inicio de la contienda, en la que las principales batallas se prevé sean feroces.
El escenario donde será la más cruenta de todas es Boca del Río. La “guerra de los capos” de la que hemos dado cuenta en este espacio, entre Fidel Herrera y Miguel Ángel Yunes, vivirá un nuevo e intenso capítulo en la elección de alcalde y diputado en esa demarcación.
En 2010, por un muy cerrado margen, el fidelismo le arrebató al yunismo la alcaldía de la llamada “joya de la corona”, abanderado por el hoy defenestrado Salvador Manzur. Esta vez, el hijo mayor del clan Yunes, Miguel Ángel, busca recuperar para la familia (que no para el PAN) el corazón de su feudo político.
No es exagerado señalar que en Boca del Río está en juego más que una alcaldía. Se enfrentan dos grupos de poder que llevan años buscando destruirse el uno al otro. Y en la mira está la sucesión de la gubernatura en 2016. Quien gane, avanzará un enorme trecho en su aspiración por controlar el estado.
Por ello es que se ha instalado un búnker en la otrora ciudad de pescadores, donde los operadores del tricolor están emplazando el war room en el que orquestarán la guerra que viene. Al frente de todos está Fidel Herrera Beltrán, quien desde hace varios días está apostado en Boca como el jefe de la campaña priista.
Y es que al PRI no le queda de otra. Tendrá que echar mano de todos los artilugios de que dispone para poder ganar. El candidato tricolor a la alcaldía, Sergio Pazos Navarrete, podrá tener muy buena imagen entre la alta sociedad boqueña a la que pertenece, pero el ciudadano de a pie no lo conoce. No tiene ningún trabajo político previo entre las bases priistas. Es un abanderado impuesto. Hacerlo ganar pareciera ser una misión casi imposible.
Pero el principal alquimista electoral veracruzano está decidido a pelear la plaza a costa de lo que sea, con tal de que su enemigo sufra una derrota letal. Y éste no es una perita en dulce que se vaya a dejar aplastar muy fácilmente.
Se viene una batalla campal en Boca del Río.

La cuota de miedo

Varios partidos se las están viendo negras para cumplir con la cuota de género que exige la ley para la postulación de candidatos, pues ahora no la pueden cubrir con suplencias, como antaño se hacía para taparle el ojo al macho.
Varios que ya se sentían con sus postulaciones en la bolsa, podrían ser bajados del tren antes de que éste se eche a andar.

Twitter: @yeyocontreras



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