AMENAZAS QUE NO CESAN
Será
el sereno, pero las amenazas contra comunicadores desde la misma estructura
oficial en Veracruz no cesan.
A
pesar de que en el discurso se regodean asegurando que en el estado hay
libertad de expresión y de prensa absolutas, lo cierto es que muchos
funcionarios o no entienden lo que tales palabras significan, o bien éstas son
huecas y mentirosas.
Ahora
tocó a un camarógrafo de Televisa Veracruz y a una reportera del periódico
Órale, ambos en la ciudad de Coatzacoalcos, ser agredidos por flamantes
miembros de la “capacitada” policía “científica” del secretario de Seguridad
Pública, Arturo Bermúdez, durante la instalación del operativo Veracruz Seguro
en la zona sur de la entidad.
La
reportera Bibiana Varela fue agredida en el Centro de Convenciones de
Coatzacoalcos por los uniformados ahí congregados y obligada por éstos a borrar
las gráficas que había tomado.
Más grave fue el tema con el camarógrafo Luis
Alberto Román Córdova, pues a él no lo amenazó un policía de tropa, sino el mismísimo
director de Operaciones de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, José
Manuel Martínez, quien molesto porque el comunicador hacía su trabajo
levantando imágenes en un evento público, lo intimidó directamente al ordenarle
“deja de grabar o te rompo tu puta madre”.
No es un asunto menor. Viniendo de una persona como
ésta, que está entrenada para hacer uso de la violencia, autorizada para portar
armas de fuego y con un cargo de jerarquía en la corporación, no es una amenaza
que deba tomarse a la ligera.
La Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos (Apec)
emitió una queja dirigida al secretario Bermúdez, quien –como ya se le viene
haciendo costumbre– invitó a desayunar a los reporteros de la zona, ante
quienes se comprometió a sancionar a José Manuel Martínez luego de que el
Comité de Honor y Justicia de la SSP, que sesiona este viernes, analice el
caso.
Bermúdez aseguró que “no es política del
gobierno estatal ni de la SSP agredir bajo ninguna circunstancia a quienes
informan a la sociedad de los acontecimientos diarios. Se ha tratado de casos
particulares de funcionarios públicos, no de la institución ni del proyecto de
Mando Único que se está implementando en Coatzacoalcos”, de acuerdo con un
comunicado de la Apec.
Las
palabras suenan muy bonitas. Pero existe un riesgo latente. Hay una inocultable
intolerancia hacia la labor informativa de parte de varios sectores de la
estructura gubernamental, que si no se atienden y detienen, y más en
situaciones de tensión como la que se vive en el sur de Veracruz, pueden tener
desenlaces fatales.
Y
si a eso agregamos el autismo en el que están inmersos los organismos dizque
encargados de defender a los periodistas y las propias empresas de comunicación,
el problema es mayor aún, porque los trabajadores de la información quedan en
total indefensión.
Esto
viene a colación porque la agresión a Luis Alberto Román
Córdova no le mereció a su empresa, Televisa Veracruz, ni a su jefe Rogerio
Pano, una sola mención en sus
noticiarios. Ni siquiera porque Rogerio es integrante de la Comisión Estatal
para la Atención y Protección de los Periodistas.
En esas condiciones, efectivamente, cualquiera nos
“rompe la puta madre”.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
Valiente columna, muchos agradecemos que la voz de los comunicadores se siga escuchando. Un abrazo y cuídate hermano!
ResponderEliminarMuchas gracias, brother. Aquí estamos. El silencio es nuestro peor enemigo. Gracias por la solidaridad
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