NO TE PUDIERON CALLAR, REGINA
Hace un año, segaron tu vida, pero no apagaron tu voz. Volvieron tu imagen un símbolo del periodismo mexicano, a pesar de sus intentos vanos de enlodar tu memoria. Sin embargo, Regina, tu pluma se extraña, hace falta. Tus verdugos pensaron que quitándote la vida, tu fuerza se acabaría. Que tu autoridad moral se diluiría con el paso del tiempo, con el olvido. Hoy pueden darse cuenta que te volvieron inmortal. Que te agigantas frente a su maldad, frente a su estupidez. Quienes te queremos, porque te querremos siempre, nos reunimos para recordarte. Para exigir que dejen de simular que investigan. Para que nadie más pierda la vida por trabajar, por decir la verdad. Para que te hagan justicia. No se lo esperaban. No creían que la convocatoria en torno tuyo pudiera reunirnos a tantos, en tantas ciudades. Que nuestra exigencia de justicia rebotara en la prensa norteamericana, en la europea, en la nacional. Y aunque los medios locales no repliquen nuestro lamento por tu injusto sacri...