LA FIANZA QUE NO SE PAGÓ
La madrugada del sábado 12 de julio pasado, la noticia
del accidente de la periodista y funcionaria municipal de Boca del Río, María
Josefina Gamboa Torales, comenzó a correr como reguero de pólvora tanto en
medios de comunicación como Notiver, su casa editorial, como por las distintas
instancias del área de seguridad pública del estado.
El asunto no era para menos. Gamboa Torales es una de las
críticas más acérrimas de la actual administración estatal. Además, representa
los intereses del enemigo más enconado del grupo político gobernante, Miguel
Ángel Yunes Linares. Su caso era delicado desde cualquier ángulo, así que llamó
especialmente la atención de las autoridades desde el primer momento.
Conforme transcurrió la mañana de ese día, se difundieron
versiones encontradas sobre el suceso, en el que pereció atropellado el
tatuador porteño José Luis Burela. Los amanuenses del régimen se mantenían a la
expectativa sobre el manejo que se le daría al tema, que al final de ese sábado
tomó el camino del linchamiento contra la comunicadora, mismo que devino en
todo un show mediático y político tan manoseado, que a estas alturas resulta
difícil dilucidar quién tiene la razón.
Entre la descarada intromisión de todo el aparato
gubernamental para ejercer una desmedida venganza contra Gamboa, y la exagerada
victimización de la columnista, al grado de hacer de sí misma la protagonista
de una telenovela narrada en tiempo real en el periódico en el que trabaja y en
las redes sociales, su caso se ha viciado. Ya serán los tribunales los que
determinen lo conducente. Por lo pronto, el juez Quinto Penal ya le dictó auto
de formal prisión por homicidio culposo.
Pero antes de que estallara públicamente la noticia, hubo
un momento en el que se pudo haber evitado que escalara a los niveles que ahora
tiene. Ese momento fue en la mañana del mismo sábado 12 de julio, cuando el
gobernador Javier Duarte y el director de Notiver, Alfonso Salces, hablaron vía
telefónica.
De acuerdo con lo que afirman quienes vivieron de cerca
esos instantes, Javier Duarte habría convenido con Alfonso Salces pagar la
fianza para que María Josefina Gamboa saliera de prisión y enfrentara el proceso
en libertad, lo que de haberse concretado, hubiese evitado todo el circo que
hemos atestiguado posteriormente.
Pero alguien hizo cambiar de parecer al Gobernador, que
al final se abstuvo de intervenir en auxilio de su más ardorosa crítica –lo que
habría representado una cachetada con guante blanco que hubiera dejado en una
situación comprometida a la columnista-, y prefirió buscar aplastarla y
denigrarla hasta la ignominia, dándole a los Yunes una causa para salir a la
palestra y aprovechar políticamente la desgracia que tiene en la cárcel a
Maryjose Gamboa y que enlutó a la familia de José Luis Burela.
Estas mismas fuentes aseguran que entre quienes habrían
convencido a Javier Duarte de Ochoa de echar todo el aparato del Estado contra
Gamboa Torales, hay una persona cuya presencia e
influencia no se ha desvanecido como se pensaba, que aspira a regresar al cargo
en el que ejerció un poder desmedido durante tres años y de donde fue derribada
hace unos meses y que, en tanto, construye un emporio mediático que saldrá a la
luz una vez que comience el proceso electoral federal de 2015.
Lo que una mala decisión puede provocar.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario