BAILAR CON LA MÁS FEA
Este
fin de semana, un influyente diario del puerto de Veracruz soltó la especie de
que el subsecretario de Hacienda Fernando Aportela sería el sustituto del otro
Fernando, el que se apellida Charleston, quien renunció a la titularidad de la
Secretaría de Finanzas y Planeación del Estado.
Además,
según esa misma versión, Aportela vendría en calidad de “comisionado” de la
Federación prácticamente para intervenir las finanzas de la entidad, en una
especie de golpe de estado económico.
Pero
no es así. Difícilmente Aportela cambiaría un puesto federal de tan alto nivel
como el que tiene para venir a limpiar el “cochinero” a Veracruz, por más
aspiraciones políticas que tenga. No es un cartucho que se quiera quemar
todavía en el Altiplano.
Así
que luego del bandazo del fin de semana, se refuerza la versión de que quien
tendrá que entrar al quite es el todavía subsecretario de Egresos Carlos
Aguirre Morales, a quien se mencionó desde un principio como uno de los
principales candidatos a sacarse “la rifa del tigre”.
Aguirre
Morales cuenta con el conocimiento necesario para asumir la titularidad de la
Secretaría de Finanzas, en la que ha trabajado como el máximo operador
financiero desde el sexenio anterior, cuando fungió como tesorero. Sabe cuál es
la situación exacta de la dependencia y sobre todo, tiene plena certeza de sus
debilidades, que son muchas.
Por
ejemplo, tendrá que resolver un hecho gravísimo: que las participaciones
federales que corresponden a los ayuntamientos como parte de los fondos de
Infraestructura Social Municipal (FISM) y de Apoyo a la Infraestructura Social
Municipal (FASM) ya se los gastaron, sin que se sepa realmente en qué. ¿Cómo le
hará para explicárselo a los alcaldes? Buena pregunta.
Otro
tema es el de los pari passus de áreas estratégicas como los fondos de rescate
al campo, entre otros, cuyo 50 por ciento correspondiente a la Federación no se
ha hecho efectivo porque el estado es insolvente para cubrir la parte que le
corresponde, lo que ha provocado la parálisis de varios sectores y programas
prioritarios, así como la devolución, con todo e intereses, de los recursos
federales que sí se entregaron, como es el caso de los 600 millones de pesos
para apoyo a sectores agrícolas y ganaderos que tuvieron que reintegrarse al
Gobierno Federal en días pasados.
A
ello hay que sumar el cierre de la ventanilla para otorgar préstamos a los
pensionados y trabajadores del estado, y la declarada insolvencia para cubrir
los millonarios compromisos con los proveedores que se arrastran desde hace varios
años.
A
Carlos Aguirre ya le tocó cerrar la administración donde se originó todo el
desorden financiero que agobia a Veracruz, la de Fidel Herrera Beltrán. De
confirmarse su nombramiento, tendrá que hacer un verdadero milagro para cuadrar
las cuentas del gobierno estatal antes de que se toque fondo por completo.
Y
precisamente esa parte de su currículum pone a temblar a más de uno, que ve en
su inminente llegada a la Sefiplan un acto de entrega de las finanzas de la
entidad en las manos del ex gobernador Herrera Beltrán, con miras a operar las
elecciones federales del año entrante y la sucesión para, como mencionamos en
la entrega anterior de este espacio, cuidarse las espaldas y salvar el pellejo.
A
quien le ha tocado “bailar con la más fea”, realmente, es al pobre estado de
Veracruz.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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