PRIMERA RASURADA
El
Congreso del Estado depuró la lista de aspirantes a ocupar los cargos que Blanca Castaneyra y Víctor Borges dejarán vacantes en el
Consejo General del IEV. De los 21 que tenía, ya nomás le quedan 14.
El
argumento para descalificar a los siete que se quedaron en el camino fue que no
cumplieron con uno de los requisitos de la convocatoria: entregar el original de la constancia de inscripción en el
Registro Federal de Electores.
Se antoja pueril y hasta descabellada esta justificación, pues al
menos dos de los aspirantes, Sergio
Ulises Montes Guzmán y Adiel Ramírez
Cortez, ya habían formado parte del órgano electoral y se saben los
intríngulis de los candados. El primero, incluso, ya fue consejero electoral.
Un error de ese tamaño sería infantil y hasta estúpido.
Ambos tienen en común su
cercanía (si no es que militancia) con Acción Nacional. Pero eso no debería ser
raro. Por eso es que los consejeros son propuestos por los partidos políticos.
El caso es que el criterio de selección no está claro y llama a la
inevitable suspicacia.
Habrá que esperar a la terna que se someta a consideración del
Pleno de la Legislatura, para saber a qué ritmo bailará el IEV en el proceso
electoral.
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