PARA QUE LA CUÑA APRIETE...


Si alguien conoce en Veracruz a Miguel Ángel Yunes Linares y su familia, es José Enrique Ampudia Melo, quien fue uno de sus más cercanos colaboradores durante muchos años, si no es el que más próximo estaba al de Soledad de Doblado.
Precisamente por esa cercanía, conocida por toda la clase política veracruzana, inmediatamente llamó a la suspicacia el nombramiento de Ampudia como subsecretario de Gobierno del duartismo. Se pensó que de súbito se había cedido la plaza a los Yunes y que sería inevitable su arribo al poder.
Muy pronto estos personajes mostrarían que nada de eso era cierto. Fiel a su forma de hacer política, Yunes Linares filtró a los medios el audio de una conversación telefónica que sostuvo con Ampudia en los días posteriores a su nombramiento como subsecretario de Gobierno, con intenciones poco claras. Quizá pretendió hacer ver que su ex colaborador aún le rendía cuentas, cuando lo que había tenido era una cortesía hacia su ex jefe y, pronto, ex amigo.
La reacción de Ampudia fue veloz y directa. En una misiva, acusó a Yunes de traicionar su confianza, rompió públicamente con él y se declaró su enemigo. Muchos, incluido quien esto escribe, no creímos inicialmente en ese pleito. Parecía más un montaje teatral para parar las críticas por la llegada al gobierno estatal de quien era considerado un yunista químicamente puro, fingiendo una fractura entre ellos.
Pero no. El distanciamiento ha sido real. Y no sólo eso. Enrique Ampudia ha tomado el rol de contenedor de los ataques del yunismo hacia la administración de Javier Duarte de Ochoa, y lo ha hecho de manera frontal y personal.
El más reciente capítulo de esta novela política es el affaire de uno de los hijos de Yunes Linares, el senador panista Fernando Yunes Márquez, quien en un café de Córdoba fue increpado por un grupo de personas que le reclamaron haber sido excluidos del padrón del programa Oportunidades, a pesar de que votaron por el PAN. El menor de los Yunes acusó de inmediato al Gobierno del Estado de estar detrás de la protesta, en la que se dijo secuestrado, y denunció penalmente a los manifestantes.
Ampudia volvió a ponerse los guantes y se subió de nuevo al ring contra los Yunes. En una nueva misiva, dirigida al senador del PAN, le manifiesta que “los tiempos de la represión, de la utilización perversa de los grupos sociales y del montaje de espectáculos son cosas del pasado, cuando fungió como Secretario General de Gobierno Miguel Ángel Yunes Linares; la injuria, la descalificación y la manipulación, no son signos de este gobierno”.
Ampudia sabe lo que dice. Él tuvo un papel protagónico en esos tiempos, cuando Yunes Linares fungió como secretario de Gobierno en el sexenio de Patricio Chrinos. Como escribimos al principio, nadie lo conoce mejor que él.
Y quizás precisamente por eso, Ampudia está donde está. Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo.

Twitter: @yeyocontreras

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