PAN: MILITANCIA DE PAPEL
La
desbandada de militantes de Acción Nacional tras su proceso de refrendo no es
sino resultado de varios años de pragmatismo político e institucional. Y aunque
su presidente nacional Gustavo Madero
quiso matizarlo con el eufemismo de una “depuración”, lo cierto es que perder a
80 por ciento de sus integrantes habla de la pérdida de confianza en este
instituto político, así como del chambismo que atrajo a muchos que en los
últimos 12 años medraron en puestos públicos a la sombra del blanquiazul.
Las
cifras son significativas. De acuerdo con los datos dados a conocer por el PAN,
la entidad en que más militantes panistas dejaron de serlo fue Veracruz, que de
173 mil integrantes que tenía hasta 2012, entre activos y adherentes, se quedó
con sólo 35 mil 287. Perdió casi 138 mil. Si eso no es una desbandada, quién
sabe qué sí lo sea.
Tampoco
es algo raro. En la última década pudimos ver cómo la dirigencia estatal
panista recibía gustosa a ex militantes de otros partidos que, emberrinchados
porque no les había tocado hueso o candidatura en sus organizaciones de origen,
buscaron cobijo bajo las siglas panistas, aún cuando su historial y conducta
política estaban muy alejados de los postulados e ideales de Manuel Gómez Morín. El objetivo era
conseguir chambas en el Gobierno Federal, candidaturas y cotos de poder.
Hoy
que el PAN perdió el poder presidencial, ha dejado de ser atractivo para esos
mercaderes de la política que corriendo irán a jurar fe al PRI o a cualquier
otro que les sirva para impulsar sus particulares intereses.
Personajes
como Alejandro Vázquez Cuevas y Enrique Cambranis, principales
promotores del pragmatismo en el PAN de Veracruz, deberán dar una explicación a
los correligionarios que les queden, pues también se fueron varios que,
decepcionados porque su partido había caído en las mismas prácticas que antes
denostó, prefirieron dejar el barco antes que hundirse con éste.
Perder
80 por ciento de sus miembros debería ser motivo para una reflexión profunda en
el PAN. Se le viene encima un proceso electoral que delineará el camino de la
sucesión en el Estado en 2016. Con su estructura severamente menguada, el camino
será cuesta arriba.
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario