LA MUERTE DEL PRD


Desde hace varios años, el Partido de la Revolución Democrática en Veracruz cayó en un proceso de degradación que lo ha convertido en la caricatura que es hoy.
El partido que alguna vez disputó con solvencia moral y política el poder en el estado, es hoy un retrete, un muladar en el que sus militantes se revuelcan y se despedazan por migajas, mientras se venden al mejor postor.
Copado por porros y mercenarios, el PRD se ha pegado un balazo en la cabeza al corromperse de tal manera que nadie puede creerles cuando en el discurso hablan de justicia y legalidad, y en los hechos son una versión mejorada y grotesca de lo que dicen combatir.
El último capítulo del drama amarillo así lo demuestra. Llevan dos semanas con dos consejos y dos dirigencias estatales, de los cuales ya no se sabe a ciencia cierta cuáles son los legales. Además, la intromisión de autoridades estatales en su vida interna, propiciada por los mismos perredistas previa “gratificación” por los servicios prestados, llevó al partido del sol azteca a un proceso de descomposición que lo convertirá en un satélite más del priismo, como lo fue el PPS por años: un partido dizque de izquierda que en las elecciones se aliaba a la aplanadora tricolor.
Para muestra, un botón. El nuevo “dirigente” estatal del PRD, Sergio Rodríguez Cortés, al dejar la alcaldía de Ciudad Mendoza se incorporó al gobierno estatal como director del Servicio Estatal de Empleo. Ahí se mantuvo hasta que “las bases lo llamaron” y, de la nada, lo nombraron presidente de lo que queda del perredismo. A partir de eso parte la “credibilidad y autonomía” de la nueva dirigencia.
El defenestrado ex dirigente Juan Vergel, tendrá ahora que pagar las consecuencias de haber promovido la alianza con el PAN sin haberla amarrado adentro antes. Aunque en ese partido no hay acuerdos que valgan. Lo más fácil, está visto, es romperlos.
La Gran Alianza por Ti está muerta. Y el PRD es un zombie al que le cortarán la cabeza el 7 de julio.

Tarifas arriba

El gobierno de Enrique Peña Nieto entregó al Congreso de la Unión su “Estrategia Nacional de Energía”, en la que entre otras cosas plantea que “es inevitable que el costo final de la energía pueda incrementarse al consumidor”. O lo que es lo mismo, subirá más el precio de los combustibles y las tarifas de electricidad.
Sería interesantísimo escuchar la opinión de todos los políticos veracruzanos que los últimos 12 años exigieron al Gobierno Federal bajar las “injustas” tarifas eléctricas en el estado. ¿Seguirán pensando y diciendo lo mismo ahora?

Twitter: @yeyocontreras


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