LA MUERTE DEL PRD
Desde
hace varios años, el Partido de la Revolución Democrática
en Veracruz cayó en un proceso de degradación que lo ha convertido en la
caricatura que es hoy.
El
partido que alguna vez disputó con solvencia moral y política el poder en el
estado, es hoy un retrete, un muladar en el que sus militantes se revuelcan y
se despedazan por migajas, mientras se venden al mejor postor.
Copado
por porros y mercenarios, el PRD se ha pegado un balazo en la cabeza al
corromperse de tal manera que nadie puede creerles cuando en el discurso hablan
de justicia y legalidad, y en los hechos son una versión mejorada y grotesca de
lo que dicen combatir.
El
último capítulo del drama amarillo así lo demuestra. Llevan dos semanas con dos
consejos y dos dirigencias estatales, de los cuales ya no se sabe a ciencia
cierta cuáles son los legales. Además, la intromisión de autoridades estatales
en su vida interna, propiciada por los mismos perredistas previa
“gratificación” por los servicios prestados, llevó al partido del sol azteca a
un proceso de descomposición que lo convertirá en un satélite más del priismo,
como lo fue el PPS por años: un partido dizque de izquierda que en las
elecciones se aliaba a la aplanadora tricolor.
Para
muestra, un botón. El nuevo “dirigente” estatal del PRD, Sergio Rodríguez
Cortés, al dejar la alcaldía de Ciudad Mendoza se incorporó al gobierno estatal
como director del Servicio Estatal de Empleo. Ahí se mantuvo hasta que “las
bases lo llamaron” y, de la nada, lo nombraron presidente de lo que queda del
perredismo. A partir de eso parte la “credibilidad y autonomía” de la nueva
dirigencia.
El
defenestrado ex dirigente Juan Vergel, tendrá ahora que pagar las consecuencias
de haber promovido la alianza con el PAN sin haberla amarrado adentro antes.
Aunque en ese partido no hay acuerdos que valgan. Lo más fácil, está visto, es
romperlos.
Tarifas arriba
El
gobierno de Enrique Peña Nieto entregó al Congreso de la Unión su “Estrategia
Nacional de Energía”, en la que entre otras cosas plantea que “es inevitable
que el costo final de la energía pueda incrementarse al consumidor”. O lo que
es lo mismo, subirá más el precio de los combustibles y las tarifas de
electricidad.
Sería
interesantísimo escuchar la opinión de todos los políticos veracruzanos que los
últimos 12 años exigieron al Gobierno Federal bajar las “injustas” tarifas
eléctricas en el estado. ¿Seguirán pensando y diciendo lo mismo ahora?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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