FIDELISMO EMPODERADO


Si alguien todavía dudaba que Fidel Herrera Beltrán tomó las riendas de la conducción política en Veracruz de cara a las elecciones del 7 de julio, los últimos cambios en la estructura gubernamental en la entidad son muestra nítida del resurgimiento del fidelismo.
Primero fue la intempestiva salida de Salvador Manzur Díaz de la alcaldía de Boca del Río para incorporarse como secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado. Como comentamos en este espacio, Manzur aspiraba originalmente a la candidatura a la diputación local por Veracruz II, pero los cambios en la estrategia electoral llevaron su destino al gabinete estatal, en una dependencia que no le es desconocida, pues fue subsecretario de Ingresos de la misma durante la pasada administración.
Manzur Díaz es miembro de ese grupo de jóvenes que se formaron políticamente a la vera de Fidel Herrera Beltrán, del que también fueron integrantes el actual gobernador Javier Duarte de Ochoa, el dirigente estatal del PRI Erick Lagos Hernández y, entre otros más, Jorge Carvallo Delfín, quien a partir de hoy asumirá la Secretaría Particular del mandatario veracruzano.
Carvallo es de los políticos que puede atribuirse el título de “fidelista químicamente puro”, y su función desde la Secretaría Particular será coordinar la operación general en el estado, vigilando el funcionamiento de las diferentes dependencias, tal como lo establecen las facultades legales de su oficina. Y de paso, coordinando la operación electoral.
La mano de Fidel Herrera se nota claramente en ambos movimientos. Tanto Manzur como Carvallo trabajaron a su lado antes incluso de que fuera gobernador, y ambos llegaron a los cargos que ahora dejan gracias al impulso que les dio el político oriundo de Nopaltepec.
Por si fuera poco, la curul de Carvallo en el Congreso del Estado será ocupada por otra cercana colaboradora de Herrera Beltrán: Mariana Munguía, quien se fue a trabajar con él luego de ser presidenta del DIF municipal de Xalapa.
A todo esto habrá que sumar los cambios que vengan en los días por venir en las dependencias que estrenan titular, así como la propia inclusión de Herrera en la lista de candidatos a diputados plurinominales.
Este empoderamiento del fidelismo no es casual y tiene al menos tres objetivos. Uno, que de salir avante en los comicios del 7 de julio, Herrera Beltrán tenga elementos para negociar posiciones políticas con el peñanietismo. Se habla de que le ofrecen una embajada. Pero no es lo mismo la de Argentina o la de Guatemala, que la de Reino Unido o la de Francia, por decir algo.
El segundo objetivo tiene que ver con la carrera hacia la sucesión de 2016. Y para este fin, tanto Manzur como Carvallo ya están formados como cartas del fidelismo.
Y el tercero: cerrarle el paso a Miguel Ángel Yunes Linares, el más grande enemigo de Fidel Herrera.

Twitter: @yeyocontreras

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