EL CONTROL
Mientras
la PGR operaba la detención de Elba Esther Gordillo y el entramado del
argumento legal para encarcelarla, en Los Pinos llamaron a los gobernadores
para, en términos llanos, ordenarles que se encargaran de mantener a raya al
SNTE en las entidades federativas y evitar que se afectaran las clases con
paros o protestas.
Al
más puro estilo del salinismo, Enrique Peña Nieto se deshizo de quien fue una
aliada del sistema, útil en su momento, pero que se había convertido en un
estorbo para su gobierno. Y aprovechando el viaje, dejó en claro a los
gobernadores, a todos, que tienen jefe, por si no lo habían entendido, y que deberán
entregar cuentas de lo que pase en sus estados.
Mientras
eso sucedía, se tendió un cerco sobre la dirigencia sentista, reunida en
Guadalajara originalmente para establecer las estrategias para protestar contra
la reforma educativa, y que al final tuvo que decir que apoya esos cambios
constitucionales –so pena de sufrir una extensión del manotazo que tiró a “La
Maestra” del poder–, y elegir como su sucesor a Juan Díaz de la Torre, quien se
desempeñaba como secretario general.
Ese
alarde de fuerza paralizó al magisterio y provocó que quienes se decían sus
aliados incondicionales comenzaran a deslindarse de Gordillo, como el
gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien afirmó que su compromiso es “con
el Estado de Derecho” y que “corresponderá a las autoridades judiciales
federales resolver en su momento, con estricto apego a la ley”, el caso de su
madrina política. O lo que es lo mismo, si te vi, ni me acuerdo.
Poco
a poco todos la dejarán sola, como hace 24 años hicieron con su antecesor en el
SNTE, Carlos Jonguitud. Pero nada le garantiza a gente como el propio Moreno
Valle, o en Veracruz a Tomás Ruiz o a los Callejas, que no vayan a caer en la
orfandad política tras la caída de Gordillo, así la nieguen tres o diez veces.
No
se puede negar que se trató de una operación quirúrgica, que tomó desprevenido
a todo mundo y mandó varias señales, tanto a propios como a extraños, del nuevo
estilo de gobernar en el país: se ejercerá un férreo control político, y para
tener la lengua larga hay que tener la cola chica.
NUEVOS MAGISTRADOS
El
Senado de la República eligió a los nuevos magistrados que integrarán las salas
regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Los que
van a la Sala Xalapa son Adín de León Gálvez, Octavio Ramos Ramos y Juan
Sánchez Macías.
Veremos
cómo repercute este cambio en la impugnación contra la nulidad de la alianza
PAN-PRD en el estado, que resolverá, precisamente, la Sala Regional de Xalapa.
Twitter: @yeyocontreras
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