“VENDETTAS” Y PODREDUMBRE EN EL PODER JUDICIAL
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Fotografía: archivo |
La descomposición al interior del Poder
Judicial del Estado de Veracruz ha alcanzado niveles que van más allá del pasmo.
Exhibidos los malos manejos que se cometen descaradamente
en la actual administración del Tribunal Superior de Justicia del Estado
–operados por la directora de Administración Joana Marlén Bautista, solapados
por la presidenta Isabel Inés Romero Cruz y coordinados por el subsecretario de
Administración y Finanzas de la Secretaría de Finanzas y Administración Eleazar
Guerrero Pérez, primo hermano del gobernador Cuitláhuac García Jiménez-, al
interior de ese poder constitucional se desató una guerra sin cuartel en la
que, de una ironía trágica, no les ha importado violar repetidamente la
legalidad a quienes tienen la responsabilidad y la obligación de hacerla valer.
“Sin pelos en la lengua”, como ha sido
siempre su manera de ser, la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros
confirmó en fecha recientes lo que, de cualquier forma, era más que un secreto
a voces: el brutal desfalco de los recursos del Tribunal Superior de Justicia
que lo llevó a quedarse sin presupuesto a la mitad del actual ejercicio fiscal
y a simular una búsqueda de solución con la disminución, “voluntariamente” a
hu... fuerzas, de los salarios de magistrados y personal de confianza.
Un escándalo del que ya hemos dado cuenta con
anterioridad en este mismo espacio y que pasa por la disposición ilegal que
habría hecho la directora general de Administración de los recursos del Fondo Auxiliar
para el Mejoramiento de la Impartición de Justicia por un monto de 265 millones
de pesos, dinero que habría ido a parar al Ejecutivo estatal.
Castañeda Palmeros confirmó esos malos
manejos y habló de que habrían desaparecido, además de esos recursos, los del Fondo
para el Retiro, lo cual coloca al Poder Judicial en una situación de insostenible
insolvencia financiera que, a su vez, pone contra las cuerdas la correcta impartición
de justicia en la entidad, lo cual es un derecho –para utilizar términos de la
abogacía- de todos los justiciables. Es decir, de todos los ciudadanos.
Las “vendettas” de los que juran que son
“diferentes” y que “ya se acabó la corrupción” no tardaron en llegar. El lunes,
la magistrada Castañeda Palmeros recibió un oficio, firmado por Isabel Inés
Romero Cruz, en el que se le indicó que a partir de este martes se le aplicaba
el “retiro forzoso” por cumplir, exactamente este mismo día, 70 años de edad,
quedando imposibilitada legalmente “para continuar ejerciendo su nombramiento
como magistrada”.
Y en un derroche de autoritarismo, Isabel
Inés Romero Cruz le advirtió que “de inmediato deberá hacer entrega de la
oficina y demás mobiliario que tenía a su cargo a personal de la Contraloría
General del Poder Judicial del Estado, en atención a que al actualizarse la
hipótesis legal del retiro forzoso, por Ministerio de ley, cesan sus funciones,
razón por la que no puede continuar como magistrada en activo”.
Más tardó en llegar el oficio a manos de la
magistrada que el personal del TSJEV en vaciar su oficina y, literalmente,
poner sus cosas en la calle. Así se las gasta el Poder Judicial de Veracruz en
tiempos de la “4t”.
La decisión de Isabel Inés Romero Cruz no
tiene fundamento legal, porque el retiro forzoso de los magistrados del TSJEV a
los 70 años se basa en una reforma a la Constitución del Estado aprobada muchos
años después del nombramiento de Castañeda Palmeros. Y cualquier estudiante de
primer semestre de derecho sabe que ninguna ley se puede aplicar de manera
retroactiva, como es éste el caso. Entre varios más.
Y es que no es la primera vez que lo hacen.
Otros dos magistrados, Marco Antonio Lezama Moo y Roberto Dorantes, también
fueron indebidamente “jubilados” bajo ese criterio y a ambos les fueron
concedidos sendos amparos para ser rehabilitados en sus cargos. Amparos que la
LXV Legislatura del Estado de Veracruz ha ignorado olímpicamente, lo que ya les
valió a sus integrantes una denuncia ante la Fiscalía General de la República
por el delito de desacato a una orden judicial.
El hedor de la podredumbre en el Poder
Judicial -en cuyo cochinero se revuelcan con “singular alegría” los poderes Ejecutivo
y Legislativo del estado- es ya insoportable. Pero está claro que,
literalmente, a los “cuatreros” les vale madre la ley.
Los
amigos de Bermúdez
Y hablando de cochinadas y de torcer la
legalidad a placer, la madrugada de este martes al diputado plurinominal electo
del PRD y ex secretario de Gobierno Rogelio Franco Castán le fue dictado auto
de vinculación a proceso por las denuncias que presentó hace tres años el ex
secretario de Seguridad Pública duartista Arturo Bermúdez y que, muy
“oportunamente”, la Fiscalía General del Estado “se encontró” en algún cajón.
De acuerdo con la defensa de Franco, el juez Gregorio
Esteban Noriega Velasco se basó exclusivamente en lo dicho por la Fiscalía sin
dar oportunidad de solicitar la revisión de la medida cautelar de prisión
preventiva, llegando al punto de señalar, de manera tajante, que para él “la
prisión debía seguir vigente”.
El objetivo es muy claro, además de impedir
que Rogelio Franco tome posesión como diputado federal: beneficiar a Arturo
Bermúdez, uno de los personajes más siniestros que ha pasado por la política en
Veracruz.
Digno “aliado” de la malhadada “4t”.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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