REHENES DE LA GRILLA
![]() |
Fotografías: archivo |
La disputa entre los poderes Ejecutivo y
Legislativo del estado de Veracruz con la Fiscalía General que encabeza el
yunista Jorge Winckler Ortiz, mantiene entrampadas a las instituciones de la
entidad mientras la inseguridad y la violencia se enseñorean en territorio
veracruzano.
Winckler se ha atrincherado en la Fiscalía
con argumentos que si bien son legalmente válidos –fue nombrado por el Congreso
del Estado para un periodo de nueve años, de los cuales lleva solamente dos-,
pretenden ignorar su inviabilidad política y ética.
Su designación fue operada por la anterior
administración, que encabezaba Miguel Ángel Yunes Linares, de quien el fiscal jamás
se preocupó de ser autónomo y que, igual como ahora, presionó la salida de esa
oficina de Luis Ángel Bravo Contreras, quien también había sido nombrado por el
Congreso local para estar en el cargo durante nueve años.
Durante el bienio yunista, Jorge Winckler se
comportó como el abogado personal del titular del Ejecutivo y, más específicamente,
como el ejecutor de sus venganzas personales, lo que provocó que se abrieran
procesos legales al vapor contra ex funcionarios duartistas, mismos que han
venido cayéndose. No porque los imputados fueran inocentes, sino porque las
carpetas de investigación no se integraron adecuadamente o porque se incurrió
en abusos que terminaron por hacer insostenible su estancia en prisión.
Su actuación al frente de la Fiscalía ha sido
desastrosa en prácticamente todos los órdenes. Ocultó información sobre
desapariciones, feminicidios, violencia. Se comportó con absoluta frivolidad e
indolencia, y se prestó para torcer la legalidad en varias ocasiones. Winckler
no tiene credenciales de moralidad pública para aferrarse al puesto. Pero
seguro que sí muchos intereses que salvaguardar. Por principio de cuentas, los
de Yunes Linares para evitar ser investigado.
Sin embargo, la manera como el nuevo gobierno
ha intentado sacar a Winckler de la Fiscalía ha sido un fiasco. Ni las
bravuconadas del secretario de Gobierno Eric Cisneros, ni las denuncias en
cascada por juicio político presentadas ante la Legislatura local, ni las
“espontáneas” protestas afuera del edificio de la Fiscalía han movido al
funcionario de su silla, a casi mes y medio de haber comenzado el sexenio de
Cuitláhuac García Jiménez.
Incluso, la reforma al artículo 33 de la
Constitución del Estado de Veracruz para darle facultades al Congreso de
remover libremente al Fiscal General –que ya fue ratificada por 132
ayuntamientos, y solo le restaría ser votada de nuevo por los diputados locales
en un nuevo periodo ordinario- no le sería aplicable a Winckler, pues el
artículo 14 de la Constitución General de la República establece que “a ninguna
ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna” –sin
excepciones-, y añade que nadie podrá ser privado de sus derechos “sino
mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que
se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes
expedidas con anterioridad al hecho”. Pero en su prisa, el nuevo régimen
morenista ha pretendido hacer lo mismo que hacía su antecesor yunista. Solo que
sin contar con el mismo “colmillo” político.
El propio gobernador Cuitláhuac García se ha
metido personalmente al diferendo, señalando directa y reiteradamente a
Winckler e incluso ordenando que le sean retirados activos a la Fiscalía. Grave
error, porque mientras no logren su cometido, los costos políticos serán para
él.
Pero lo peor de todo es que los costos
sociales de una Fiscalía acorralada y un gobierno visceral los asumimos todos
los ciudadanos veracruzanos, mientras crisis como la de los feminicidios, los
asaltos a mano armada, las ejecuciones, son desatendidas por todas las
autoridades, más preocupadas por sus batallas políticas que por cumplir con sus
responsabilidades.
Si el Fiscal se tiene que ir, que sea por la
vía de la legalidad. Lo que es inadmisible es que los veracruzanos sigamos
siendo rehenes de la grilla de los políticos.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario