NEOLIBERALISMO "BUENO"
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Fotografía: Twitter AMLO |
Una
de las puntas de lanza del sistema globalizado neoliberal es la operación de
empresas transnacionales cuyas sedes se encuentran en los países más
desarrollados, pero que hacen grandes negocios en las naciones más pobres.
Una
definición de las empresas transnacionales es que son
aquellas que producen en más de un país, que exportan e importan, lo que trae
como consecuencia el incremento en los flujos de inversión extranjera directa.
Estas compañías desbordan las fronteras nacionales y están encaminadas a quitar
cualquier obstáculo a la expansión y libre movimiento de los consorcios que las
respaldan.
Se trata de sociedades con actividades en
varios países pero cuyas decisiones y estructura están concentradas en provecho
de un único país, o por lo menos de unos pocos. Además, dominan las industrias
globales y son las responsables de la integración económica mundial, ya que son
el vehículo de la inversión extranjera.
Las transnacionales son la unidad económica
típica y central del capitalismo contemporáneo, y buscan siempre ventajas
comparativas que les permitan reducir costos para estar en condiciones de
mantenerse competitivamente en el mercado mundial.
El objetivo principal de las transnacionales
es la obtención del máximo de beneficios en el mínimo de tiempo, en la lógica
de la economía capitalista globalizada y de la ambición de poder y riqueza de
sus propietarios. Y por ello encuentran muchas veces rechazo u oposición en los
países donde se instalan, ya que en su afán de rentabilidad, pasan por encima
de los derechos individuales y colectivos de las poblaciones donde se asientan.
Nestlé, la compañía procesadora de alimentos
más grande del mundo, es también una de las transnacionales más poderosas del
orbe, así como de las que más críticas reciben por sus controversiales formas
de producción, en las que explotan los bienes naturales de las regiones en las
que se asientan, pagando bajos salarios y reventando a los productores
agrícolas locales, que no tienen manera de competir contra este gigante.
Incluso, ha recibido denuncias y demandas por explotación infantil en países
africanos, donde las regulaciones son mínimas o de plano inexistentes.
El pasado mes de diciembre, los gobiernos
federal y estatal hicieron un anuncio conjunto: Nestlé –que ya cuenta con una
planta en el municipio de Coatepec- abrirá otra más en el estado de Veracruz,
lo que fue celebrado como el primer gran logro de la “cuarta transformación”,
pues implicaba una inversión de 154 millones de dólares para la entidad, misma
que además se reflejaría muy bien en los indicadores macroeconómicos.
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Fotografía: Francisco de Luna |
Sin embargo, los cafeticultores veracruzanos
no piensan lo mismo. De inmediato salieron a protestar, pues afirman que Nestlé
manipula los precios en perjuicio de los productores e incluso desplaza al
grano de café originario de las regiones para en su lugar utilizar uno de menor
calidad y valor.
Como las protestas no han cesado, el gobierno de Cuitláhuac García recurrió a una táctica muy priista: buscar asociaciones de membrete que salgan a defender y aplaudir las bondades de la gestión de las autoridades. Y qué mejor que hacerlo con un “reconocido” –por aquello de que no puede negar su origen- priista como el ex diputado y ex líder cenecista Constantino Aguilar Aguilar, quien ahora es dizque presidente de una fantasmagórica asociación de nombre “Consejo Nacional Independiente de Campesinos y Ecologistas” –que ni es nacional, ni es independiente, ni es ecologista. Y en una de ésas, ni campesinos tiene-, y que salió a “aplaudir” la llegada de Nestlé y a “apoyar con todo” al “señor gobernador” y al Presidente de México.
Y hablando del primer mandatario, Andrés
Manuel López Obrador también salió a defender la instalación de la nueva planta
de la transnacional suiza. Durante su conferencia mañanera de este martes, el
Presidente de la República afirmó que “necesitamos la inversión privada,
nacional y extranjera”, pues “no basta con la inversión pública para sacar
adelante al país, necesitamos crecer”.
Incluso, aludió a los pronósticos de
crecimiento para México que hizo otro de los emblemas del neoliberalismo: “¿no
ven lo que dice el Fondo Monetario Internacional, que no vamos a crecer?
Necesitamos crecer y para crecer se requiere inversión pública. Inversión
privada, nacional, pero no solo eso, se requiere la inversión privada
extranjera”.
Según López Obrador, los productores de café
recibirán apoyo “como nunca lo han recibido en la historia del país”, ya que se
sembrarán “150 mil hectáreas” del aromático como parte del programa “Sembrando
Vida”.
Y entonces mencionó una inversión de parte de
Nestlé tres veces mayor a la anunciada en diciembre: “son 10 mil millones de
pesos, son 500 millones de dólares”. Y remató: “lo que estamos buscando es
mezclar inversión porque se necesita, necesitamos crear empleos. Los programas
sociales ayudan, pero necesitamos echar a andar la economía, que haya
crecimiento, que haya empleo”.
Así que ya lo sabe. Cuando sirve a la imagen
del gobierno, hay un “neoliberalismo bueno”. Ya vendrá el Presidente a Veracruz
a explicárselo a los “confundidos” productores.
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Fotografía: Gobierno de Veracruz |
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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