PURA Y MISERABLE GRILLA
Fotografía: Agencia Reforma |
El gobierno de Javier
Duarte de Ochoa continúa su desbocada carrera hacia el abismo, sin que haya
nadie que pueda hacer entrar en razón a ese grupo de inexpertos pero muy
rapaces políticos, a quienes les quedó muy grande el desafío de gobernar a
Veracruz.
Verdaderamente fuera de
sí por su obsesión en contra de la familia Yunes Márquez, Javier Duarte pasó de
una campaña de linchamiento mediático a la persecución judicial y política
contra sus adversarios, con la ya usual manipulación de los órganos jurídicos
gubernamentales para satisfacer las venganzas personales del gobernador que
admira al dictador Francisco Franco.
Es de tal magnitud la
andanada de todo el aparato de Estado en contra del alcalde de Boca del Río
Miguel Ángel Yunes Márquez, al que amagan con desaforar bajo una débil
acusación, que ni para los contrincantes políticos de esta familia neopanista
pasa desapercibido el hostigamiento que bien ya podría calificarse de abuso de
poder por parte de Duarte de Ochoa y sus empleados.
Porque mientras en el
ámbito federal la denuncia por presunto enriquecimiento ilícito contra el
diputado Miguel Ángel Yunes Linares sigue su curso normal en la Procuraduría
General de la República, sin aspavientos ni estridencia, en Veracruz, la
querella presentada en ese mismo sentido contra su hijo el presidente municipal
boqueño ya tiene tintes de telenovela que motivarían a la risa, si no fuera
porque la perversión de los instrumentos del Estado es verdaderamente grave y
habla de que el grupo en el poder no tiene límite alguno.
Tan no lo tiene, que para
aplacar su sed de revancha y lastimar a quienes considera contrincantes, el
gobierno de Duarte no ha dudado en implicar en su guerra a quien ni la debe,
como es el caso de la señora Sara Salces, una persona mayor, con problemas de
salud, y cuyo único “delito” y por el que ha sido llamada a declarar, además de
venderle una propiedad a los Yunes Márquez al enviudar, es ser familiar del
dueño del periódico porteño Notiver, Alfonso Salces, a quien el gobierno
también ve como un enemigo por su crítica línea editorial.
El que diputados
federales y locales del PRI y sus satélites, así como la Fiscalía General del
Estado, destinen toda su atención y su energía a intentar destruir a sus
adversarios políticos, en lugar de atender los asuntos de verdadera importancia
para Veracruz, revelan a un régimen decadente, ahogado en sus rencores y
aterrado ante la real posibilidad de perder el poder el año que entra, lo que
le significaría a sus integrantes ser llamados a cuentas por el desastre en el
que tienen sumida a la entidad.
Además, si hubiera la
mínima congruencia, así como denunciaron a los Yunes panistas por sus
propiedades inmobiliarias, que sí, son lujosas y ostentosas y que en aras de la
transparencia su origen y adquisición deben ser aclarados, los duartistas
deberían hacer lo propio con los miembros de su clan que “cojean” exactamente
del mismo pie.
Deberían, por ejemplo,
demandar una investigación al secretario del Trabajo Gabriel Deantes o al
oficial mayor de la SEV Vicente Benítez, por las impresionantes mansiones que
tienen en Xalapa, que abarcan cuadras enteras y de las que se hicieron en menos
de cinco años.
El mismo Javier Duarte
tendría que dar una explicación satisfactoria sobre su residencia en Houston o
sobre su departamento en un piso de Madrid, a donde pretende irse a residir
cuando deje el gobierno estatal.
Pero no se trata de hacer
justicia ni de aplicar la ley. Es pura y miserable grilla que en nada beneficia
a Veracruz. Una lluvia de lodo que al final, manchará a todos.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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