MEDIOS “PECADORES”, ARQUIDIÓCESIS INTOLERANTE
Fotografía: Revista Líder |
Una agria discusión se abrió en la agenda pública desde
hace una semana tras la homilía dominical del 21 de junio del arzobispo de
Xalapa, Hipólito Reyes Larios, en la que el clérigo se refirió al tema de las
madres solteras.
Algunos medios de comunicación consignaron el hecho
refiriendo que Reyes Larios se había referido a las madres solteras como una
“plaga”, lo que le valió una oleada de críticas en los mismos medios y en las
redes sociales, donde lo tundieron.
La palabra con la que en realidad calificó el arzobispo a
las madres solteras fue “epidemia”, y según el director general de Comunicación
Social de la Arquidiócesis de Xalapa, el presbítero José Manuel Suazo Reyes,
era para referirse “al fenómeno creciente de estas personas, no a las
personas”.
“La desafortunada expresión –al menos admiten que lo fue–
no pretende descalificar a las madres que viven esta realidad, sólo se refería
a un fenómeno que en México ha crecido considerablemente”, señaló Suazo Reyes a
través de un comunicado emitido el 23 de junio, dos días después de la homilía.
Pero la molestia de la Arquidiócesis se hizo patente
desde ese momento, al manifestar en el comunicado antes citado que “lamentamos
el uso tendencioso que se le quiso dar a esta expresión, pretendiendo
descalificar la figura moral del arzobispo y su compromiso por la vida y la
familia”.
La molestia de la curia xalapeña se transformó en furia
este domingo, cuando el mismo José Manuel Suazo Reyes la emprendió en contra de
los medios, a los que acusó, generalizando irresponsablemente, de “calumniar,
difamar y desinformar”, y de ser “pecadores”.
“Resulta increíble que algunos comunicadores hayan
replicado simplemente esa falsa afirmación. No hubo seriedad, profesionalismo
ni investigación. Esto nos pone en alerta de lo que leemos todos los días, y
nos lleva a sospechar que probablemente mucho de lo que se dice, hay que creer
la mitad. Parece que muchos comunicadores construyen teorías sin investigar y
sin ningún código ético. No es lícito lapidar a alguien simplemente porque
aparece en Internet o porque lo dijo tal o cual ‹famoso› comunicador o
columnista.
“Esta penosa situación, nos lleva también a una reflexión
sobre el lector. Es muy importante saber discernir, seleccionar y hacer
opciones responsables sobre aquello que conviene leer, ver y escuchar. No es
bueno tragarse todo lo que uno
escucha, lee o ve, sin antes sospechar si las afirmaciones que encuentra ahí
coinciden con la realidad”, sentenció en su invectiva Suazo Reyes.
Sin duda que es responsabilidad de los medios y de los
periodistas informar apegados a la realidad y a la verdad, de la manera más
equilibrada posible. Y si se citan incorrectamente las palabras de un arzobispo
o de quien sea, es su obligación corregir.
Pero en el fondo, no cambia en gran cosa el sentido profundo
entre “plaga” y “epidemia”. Es una evidencia de la enorme molestia que existe
entre los sectores más conservadores, encabezados en México por la Iglesia
Católica, por el inevitable cambio de paradigmas que se gesta en todas las
sociedades del mundo para redefinir su manera de vivir en comunidad y que se
está plasmando en legislaciones que tienen colérica a la derecha más radical.
Las diatribas de Suazo Reyes también denotan la enorme
intolerancia a la crítica que permea dentro de la institución católica. Sólo
que ya no estamos en el siglo XVIII y también sus actos son sujetos al
escrutinio público. Y las palabras de una figura como el arzobispo de Xalapa
tienen un efecto tan grande –si no es que más aún– como el de las publicaciones
en los medios, y por lo tanto, deberían realizarse, de igual forma, de manera
responsable y respetuosa.
Pero al señor Suazo Reyes le salió lo inquisidor.
Reversa a medias en el Reglamento de Tránsito
El viernes 26 de junio, se publicó en la Gaceta Oficial
del Estado una hilarante fe de erratas en la que el Gobierno del Estado dio
marcha atrás en las disposiciones del Reglamento de la Ley de Tránsito y Seguridad Vial que eran abiertamente
inconstitucionales, como la obligación de caminar por la extrema derecha de las
aceras y portar una identificación con fotografía, o la prohibición de ofrecer
mercancías, servicios o propaganda a los automovilistas. Incluso se retiró la
palabra “permiso” del título del capítulo III, para dejarlo simplemente en “De
la Vía Pública”.
Sin embargo, se dejaron intactas
las prohibiciones y sanciones por “invadir la vía pública de manera
intempestiva”. Habrá que ver si multan a los integrantes del Movimiento de los
400 Pueblos, que invaden las calles, obstaculizan el tráfico vehicular y
encima, violan impunemente el Bando de Policía y Buen Gobierno al desnudarse en
la vía pública.
Y por supuesto, a las altísimas
multas no les movieron ni una coma.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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