ESTAFAS A BURÓCRATAS: LA PUNTA DE LA MADEJA
Fotografía: José Barragán
|
A raíz de la publicación de la anterior entrega de esta
columna, titulada “El Gobierno de Veracruz estafa hasta a sus empleados”, varios
lectores le compartieron a quien esto escribe sus propias y amargas
experiencias en situaciones similares, en las que su empleador, la
administración estatal, los “empinó” al dejar de pagar a las empresas con las
que contrataron créditos –a través del propio gobierno– para adquirir algún bien,
mientras a ellos les siguió descontando de su nómina dinero que quién sabe a
dónde fue a parar.
Por razones de seguridad –personal y laboral, pues siguen
laborando dentro de la burocracia estatal– no se mencionan los nombres de los
afectados por este brutal desvío de recursos, cuyas implicaciones y
consecuencias van más allá del mero “jineteo” del dinero.
En el primer caso, un trabajador de la Secretaría de
Educación de Veracruz relata: “soy una persona que sufre los estragos de la SEV. Estoy demandado por 206 mil
pesos más intereses sobre descuentos que nunca llegaron a la empresa “Consorcio
Peredo S.A. DE C.V.”,
Esta persona contrató un
empréstito, el cual “firmé vía nómina entre SEV y esta empresa sobre un vehículo
2009, que hoy me costará pagar 302
mil pesos, ya que el Juzgado Cuarto de Primera Instancia de
lo Civil favoreció a dicha empresa, sin reconocer 116 mil pesos del Concepto
50 SEV Descontados Vía Nómina; mas dos pagarés, uno de 16 mil y otro de 10 mil
pesos, los cuales el juez nunca reconoció”.
“La respuesta es sencilla: hay
miles de casos como el mío. Hoy estoy en mi recurso de apelación y amparo.
Hasta dónde llegaré por culpa de Sefiplan y la SEV. Hoy mi coche Chevy
2009 cuesta 302 mil pesos más intereses. Ya sufrí visita de embargo y
el juez sólo se inclina a dicha empresa”, narra el afectado.
El segundo caso es dramático. El denunciante explica que
“mi
padre era jubilado de la SEC (antes se llamaba Secretaría de Educación y
Cultura). Murió hace tres años y es la hora que mi madre no puede cobrar el
seguro de vida que le descontaban puntualmente a mi padre”.
El patrón de defraudación se repite invariablemente: “la
razón de la aseguradora, Metlife creo, es que la SEV le debe toneladas de
dinero. Y como mi madre, cientos de viudas y viudos andan en ese Calvario”,
refiere.
¿Tendrán idea quienes se han robado el dinero de estas
personas el inmenso daño que les han causado? ¿Les moverá un poco el corazón el
dolor de las viudas, o la angustia de los propios trabajadores del estado que
por hacerse de un bien para hacer un poco más cómoda su vida, ahora sufren
amenazas de embargo y han perdido la tranquilidad por este motivo?
Por supuesto que no. A los carroñeros no les conduele el
dolor de sus víctimas. Al contrario, se solazan en sus fechorías en la
seguridad de que no recibirán castigo alguno.
Los dos casos expuestos por los propios afectados son
apenas una pequeña muestra de lo que es, con toda claridad, un desvío de
recursos monumental. Si nos atenemos solamente a las cifras de la empresa
financiera Intermercado, que otorgó créditos que iban de los cinco a los 150
mil pesos a diez mil trabajadores de las secretarías de Educación y de Salud,
¿de cuánto dinero estamos hablando? Un desfalco de proporciones épicas.
Y esto es, apenas, la punta de la madeja de una inmensa
maraña de corrupción.
Intimidación
electoral
Los actos vandálicos contra instalaciones del Instituto
Nacional Electoral en varios estados no tienen otro objetivo que el de inhibir
la participación ciudadana en los comicios del próximo domingo 7 de junio.
El beneficiario de ello es sólo uno.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario