COMUNITARIAS O AUTODEFENSAS, EL FRACASO ES EL MISMO
Cada
que en Veracruz se menciona que hay grupo de “autodefensa” en alguna comunidad
del territorio estatal, las autoridades reaccionan como si les hubieran hecho explotar
un cohete en alguna de sus partes nobles y, furiosas, niegan categóricamente
que exista cualquier clase de agrupaciones ciudadanas que hayan tomado las
armas para defenderse de la violencia y la inseguridad.
La
reacción es comprensible. Reconocer que los ciudadanos se hacen justicia por
propia mano para protegerse de la delincuencia es admitir que, como gobierno,
han fracasado, al no garantizar lo que mínimamente le deben a la población, que
es su seguridad y su derecho a vivir en paz.
En
una entrega anterior de este espacio, señalamos que desde hace muchos años en
Veracruz, y particularmente en la región de la sierra de Zongolica, existen
grupos armados que han transitado de la insurrección guerrillera, como era en
la década de los 70 del siglo XX, a la autoprotección y organización social en
la actualidad.
El
pasado lunes 5 de mayo, el periodista veracruzano Rodrigo Soberanes publicó en
la Jornada Veracruz un espléndido reportaje –fotografiado por Félix Márquez– sobre
uno de estos grupos, avecindado en el municipio de Soledad Atzompa, en el
corazón de la sierra de Zongolica.
Dicho
grupo no sólo no es clandestino, sino que se coordina con las autoridades
municipales y con elementos de la misma Marina para realizar patrullajes por la
región, asolada por el incremento de la inseguridad que se expande por todo el
territorio veracruzano sin que el gobierno estatal sea capaz de hacer nada por
detenerla.
En
el texto de Soberanes, el propio alcalde de Soledad Atzompa, Bonifacio Aguilar
Landa, afirma que “están enterados los ministerios públicos y los diputados de
la zona. No voy a esperar a que sigan desapareciendo a más gente de mi
municipio. Ya tenemos autodefensas”.
La
respuesta oficial fue negarlo todo. Los secretarios de Gobierno y de Seguridad
Pública, los mandos castrenses, al unísono, salieron a negar los hechos a la
vista de todos y llamaron a las autoridades municipales para pedirles “mesura”.
Los corifeos del gobierno de Javier Duarte se encargaron de denostar en los
medios el trabajo periodístico y a las fuentes del mismo. En Veracruz no pasa
nada. Aunque pase de todo.
Para
matizar lo evidente, llamaron a estos grupos “policías comunitarias” o “auxiliares”.
Pero para el caso, como se les quiera llamar es lo de menos. Lo relevante es lo
que su existencia implica.
Si
la gente se está armando para defenderse, aunque sea con fusiles viejos y
oxidados, como los de Soledad Atzompa, es porque la autoridad ha fallado. Los
encargados de brindar a los ciudadanos seguridad no están haciendo su tarea. Y
eso es algo que vemos y padecemos todos los días en cualquier región de la
entidad, en cualquier ciudad o comunidad, ya sea urbana o rural. Los
delincuentes matan, roban, secuestran, mientras los funcionarios públicos se
entretienen tomándose fotos en sus comilonas y francachelas, haciendo gala de
su frivolidad, ineptitud e indolencia.
Lo
hemos dicho antes, negar la realidad no la modifica. Y de las cifras sobre el
alza en los delitos ya hemos dado cuenta también aquí. ¿Van a esperar a que se
generalice el descontento popular? ¿Prefieren provocar que la sociedad se haga
de armas para contener a quienes les agreden en su patrimonio y en su
integridad física, antes que reconocer que hay un problema y atenderlo como se
debe?
La
gente ya se está hartando. Y no importa si a quienes toman en sus manos la
justicia los llaman autodefensas, policías comunitarias o como sea. El fracaso
de las políticas de seguridad en Veracruz es el mismo.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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