EL RETORNO DEL HORROR
Fotografía: Noé Zavaleta/ Proceso |
El 24 de enero de 2016, elementos de la
entonces Gendarmería Nacional y de la Fuerza Civil del Estado de Veracruz
detuvieron a tres personas en el municipio cuenqueño de Tierra Blanca, Veracruz.
Francisco Navarrete Serna, su hijo Francisco
Navarrete Abraham y otra persona de nombre Junior Alarcón estaban acusados de
ser responsables de la desaparición forzada de cinco jóvenes provenientes del
municipio de Playa Vicente, cercano a Tierra Blanca, cometida el 11 de enero de
ese mismo año, aún durante el infame y criminal gobierno de Javier Duarte de
Ochoa.
Navarrete Serna fue señalado como presunto
jefe de plaza de un grupo de la delincuencia organizada en la región de la
Cuenca del Papaloapan, a quien policías estatales -al mando del subdelegado de
la Secretaría de Seguridad Pública, Marcos Conde Hernández, subalterno del
titular de esa dependencia Arturo Bermúdez Zurita, y a quien se vincula con
otros casos de desaparición forzada de personas-, le habrían entregado a los
cinco jóvenes, supuestamente confundidos con integrantes de otra banda criminal
enemiga.
La investigación del caso establece que los
jóvenes –una mujer y cuatro hombres- fueron trasladados al rancho “El Limón”,
cuya propiedad se atribuye a Francisco Navarrete Serna, donde éste y sus
cómplices los habrían torturado, asesinado y desaparecido sus cuerpos, de los
cuales solo se encontraron algunos rastros de ADN.
Fue una de las tantas historias de horror del
sexenio de Javier Duarte –el mismo que ahora afirma en las entrevistas a modo
que le hacen, gracias a sus pactos con el lopezobradorismo, que durante su
gobierno “Veracruz brilló como nunca”- que por alguna extraña razón no se
convirtieron en escándalos mundiales, pero que reflejan claramente la situación
de violencia extrema a la que los veracruzanos estuvimos expuestos en esos
tiempos aciagos. Tiempos que tal parece han regresado a esta entidad.
El pasado lunes 7 de octubre fue inaugurado
el periódico El Sol de Tierra Blanca en esa misma ciudad, propiedad ni más ni
menos que de Francisco Navarrete Serna, cuyo cargo en el rotativo es el de
presidente editor.
De acuerdo con información publicada por el
portal e-Consulta Veracruz, Navarrete Serna, su hijo Francisco Navarrete
Abraham y su presunto lugarteniente Junior Alarcón fueron liberados apenas el
pasado 3 de agosto del penal de máxima seguridad de Gómez Palacio, Durango,
luego de que un juez los absolviera de los cargos de delincuencia organizada y
desaparición forzada de personas, aduciendo “fallas” procedimentales en la
investigación realizada por la entonces Procuraduría General de la República.
No porque se demostrara que fueran inocentes.
La puesta en operación de El Sol de Tierra
Blanca fue un acontecimiento social en aquella ciudad de la zona caliente de
Veracruz. Francisco Navarrete Serna cortó el listón inaugural acompañado por su
esposa, mientras las instalaciones recibían la bendición de parte del diácono
Miguel Ángel Ochoa, ex candidato de Morena a la presidencia municipal.
Asimismo, la diputada local también de Morena, Margarita Corro Mendoza, publicó
como inserción pagada en ese periódico una calurosa felicitación al nuevo
empresario periodístico, quien en el año 2015 apoyó la campaña a la diputación
federal por Cosamaloapan de Tarek Abdalá, ex tesorero del gobierno de Javier
Duarte de Ochoa, señalado por la Auditoría Superior de la Federación como
responsable de desvíos multimillonarios a las arcas del estado.
Apenas el pasado mes de marzo de 2019, el
actual gobernador Cuitláhuac García Jiménez ofreció a los padres de los cinco
jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca una “disculpa pública” por parte del
Gobierno del Estado. Vacía, como las que pretende seguir ofreciendo a otras
víctimas de la violencia impune.
El retorno del horror en Veracruz es una
realidad.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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