EL ODIO A LA CRÍTICA
Imagen: video de Lourdes López |
Si
hay algo que detestan los regímenes autoritarios, es la existencia de una
prensa y periodistas que ejerzan la crítica y cuestionen los excesos en que los
gobiernos de ese talante incurren desde el poder.
La
aversión es no solo porque prefieran la lisonja fácil y la vulgar cortesanía
que adula al incapaz y al corrupto, sino porque odian tener que rendir cuentas
de sus actos ya que, bajo la falaz cobertura de un momentáneo –y por ende,
efímero- apoyo popular, pretenden ser intocables, infalibles. Casi sagrados.
Los
autoritarios jamás aceptarán que se equivocan. En una coyuntura en la que no
ejerzan un poder omnímodo, buscarán justificar todos y cada uno de sus yerros
con los pretextos más audaces e inverosímiles. Cuando no hay contrapeso alguno
a sus designios y caprichos, someterán a quien ose señalar sus desaciertos y
aplastarán a los que revelen sus corruptelas.
En
México tenemos una larga tradición de gobiernos autoritarios que, en mayor o
menor medida, han buscado conculcar la libertad de expresión y de crítica en
los medios. En la época del PRI omnipotente, pensar en una prensa libre era
utópico, y quienes intentaban informar lo que ocurría en una versión diferente
a la oficial eran vejados, hostigados, boicoteados, desaparecidos o asesinados,
mientras que la prensa “leal” era recompensada con canonjías, privilegios,
cargos y mucho, mucho dinero.
Poco
de eso ha cambiado. Los periodistas que apuestan por informar y analizar en
lugar de ensalzar y condescender con quienes ostentan el poder siguen siendo
objeto de presiones, ataques, insultos, boicots y agresiones de todo tipo,
incluidas las que directamente se les infringen en el desempeño de su labor.
Este
fin de semana, el discurso del gobierno de la autodenominada “cuarta
transformación” giró en torno de lo “innecesario” que resulta que los
reporteros de la fuente presidencial cubran las giras de Andrés Manuel López
Obrador por el interior del país, lo cual vino a ser reforzado por un accidente
automovilístico en Sonora en el que varios enviados que viajaban en una
camioneta vieja a un acto en Guaymas resultaron severamente lesionados.
En
lugar de preocuparse porque quienes cubren sus actividades lo hagan en
condiciones dignas y seguras, el Presidente pidió a los medios mejor “no
arriesgar” a sus periodistas y usar las transmisiones vía redes sociales de sus
actividades. Plan con maña, porque lo que intenta en realidad es descartar
cualquier visión que se aleje de la versión oficial, monopolizar el discurso y
eliminar la pluralidad de enfoques en la información.
A
la “4T” no le gusta ser cuestionada ni interpelada por los medios, como también
puso de manifiesto el diputado federal del Partido del Trabajo, Gerardo
Fernández Noroña, quien este lunes se puso al tú por tú –como es su costumbre-
con reporteras en la ciudad de Xalapa, capital del estado de Veracruz, al ser
cuestionado, entre otros temas, sobre la agresión con gas pimienta a los
presidentes municipales que la semana pasada exigieron una audiencia con el
Presidente a las puertas de palacio nacional, y sobre el primer lugar nacional
e feminicidios que ocupa la entidad veracruzana.
Enojado
por las preguntas, el rijoso legislador -emblema del lopezobradorismo en su más
pura expresión- aventuró que los periodistas en Veracruz “siguen igual porque
defienden los intereses de los que los dominan. Siguen igual porque cuestionan
a quien está comprometido con la gente. Y a quienes han hecho un daño horrible
no los tocan ni con el pétalo de una crítica”, generalizó, demostrando su
supina ignorancia sobre lo que han tenido que padecer muchos periodistas en el
estado, incluido el desplazamiento y la muerte.
Sin
duda, gobernantes como Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes mostraron siempre una
aversión similar hacia la prensa que los cuestionaba, los fiscalizaba y les
exigía cuentas. En el caso del primero, particularmente, las consecuencias de
ese aborrecimiento fueron letales.
Sin
embargo, las injurias que todos los días los gobernantes y representantes
populares surgidos de la “4T” lanzan contra los medios abonan para pavimentar ese
mismo camino sangriento que ya se recorrió en el pasado. Con el agravante de
que muchos de esos que ahora se sienten intocables y no toleran cuestionamiento
alguno, antes se “colgaron” de la violencia contra los periodistas para
promover su carrera política.
No
es que no supiéramos que son unos advenedizos. Solo sorprende lo rápido que se
descararon.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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