EL (MAL) ESTADO DEL ESTADO DE DERECHO
Fotografía: @lopezobrador |
Conforme avanza el gobierno de la autollamada
“cuarta transformación” en México, aparecen más signos que debieran causar gran
alerta sobre el debilitamiento de las instituciones y de la división de poderes
en el país.
Este martes se concretó la salida de Eduardo
Medina Mora de la Suprema Corte de Justicia sin que se cumplieran los
requisitos constitucionales para tal efecto, que establecen que la renuncia de
un ministro debe darse por causas graves (mismas que nunca fueron explicitadas
ni hechas públicas), y que ésta debe ser aceptada por el titular del Ejecutivo
(de quien solo se informó que así lo había hecho, sin mayor evidencia).
El ex ministro en retiro José Ramón Cossío
–que hace unos días fue infamado por el propio presidente Andrés Manuel López
Obrador en una “mañanera”, en la que lo acusó sin pruebas de asesorar
legalmente a los colectivos que presentan demandas de amparo en contra de los
proyectos de infraestructura de su gobierno- describió de esta manera en su
cuenta de Twitter lo que sucedió en todo el caso Medina Mora.
“Constitucional y legalmente, el proceso de
renuncia ha sido un desastre. El que debía aceptar, estuvo ausente. Los que
debían aprobar, también. No se enteraron de nada. Se lastimó al orden jurídico.
No algo en abstracto. Simplemente, nuestras más mínimas reglas de convivencia”,
publicó Cossío, a quien le cayó una lluvia de bots y trolls en su cuenta.
Las formas y el orden jurídico es algo que a
la “4T” pareciera importarle un soberano pepino. Este mismo martes, y tras
“nuevas reflexiones jurídicas”, el mismo juez que había concedido la suspensión
definitiva de la obra de construcción del aeropuerto de Santa Lucía por no
contar con estudios
en materia de seguridad aérea y factibilidad aeronáutica, entre otros, se echó
para atrás y revocó su decisión original, al aceptar como
válido el argumento oficioso de que se afectaba la “seguridad nacional” al
detener la edificación de lo que se pretende sea una terminal aérea de tipo
comercial. La presión presidencial también ahí surtió efecto.
Y por si no bastase el circo en el que se
está convirtiendo el Poder Judicial de la Federación, por la noche del mismo
martes ni más ni menos que el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, se presentó en un programa de
televisión de corte ultraoficialista y propagandístico en el Canal Once –medio
público convertido ominosamente en vocero del gobierno-, conducido por John
Ackerman, uno de los golpeadores preferidos del lopezobradorismo y esposo de la
secretaria de la Función Pública Irma Sandoval –la que invitó a su suegra a dar
una conferencia “magistral” sobre “combate a la corrupción” en la sede de la
dependencia que encabeza este 10 de octubre-. En política, no hay
coincidencias. Y sí muy claros mensajes cuando éstas “aparecen”.
El desprecio por la legalidad demostrado por
los regímenes emanados de Morena a nivel federal y de los estados está
perfectamente reflejado en el Índice de Estado de Derecho 2019 de World Justice
Project, organización que establece puntos de referencia para evaluar el
cumplimiento de los países a partir de estos factores: Límites al Poder
Gubernamental, Ausencia de Corrupción, Gobierno Abierto, Derechos
Fundamentales, Orden y Seguridad, Cumplimiento Regulatorio, Justicia Civil, y
Justicia Criminal. Las calificaciones van del 0 al 1, donde 1 es la mayor
adherencia al Estado de Derecho.
México
–el país donde el gobierno estableció el fin de la corrupción por decreto-
ocupa el lugar 99 de un total de 126 países evaluados, y su puntaje es de 0.45.
O sea, su calificación ni siquiera llega a la mitad y en términos escolares
sería reprobatoria. Estamos por debajo de naciones como El Salvador, Belice,
Zambia, Guatemala, Liberia y Sierra Leona, y en el mismo nivel que Togo, Kenia
e Irán. A nivel regional, México ocupa el lugar 26 de
30 países.
Estos resultados corresponden a lo analizado
en este año por World Justice Project, por lo que este gobierno no tiene cómo
echar la culpa a sus antecesores de la pobreza de los mismos.
¿Todavía hay dudas hacia dónde vamos?
Gráfico: WJP Rule of Law Index 2019 |
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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