LA CANDIDATA DE FIDEL
Fotografía: Notiver |
La
intempestiva postulación de Carolina Gudiño como candidata del PRI y el
PVEM a la diputación federal por
Veracruz rural tiene la marca indeleble de su autor intelectual: Fidel Herrera Beltrán.
La
relación del ex gobernador con la ex alcaldesa de Veracruz, que trasciende lo
político, es añeja, sólida y vigente. Ella es una genuina representante de esa
corriente que se llama a sí misma de la “fidelidad”, por medio de la cual logró
ser diputada federal, Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado y
Presidenta Municipal del puerto jarocho.
Su
abanderamiento emergente se da en un escenario de debacle en ciernes para su
partido, pues el aspirante al que sustituyó, el empresario Sergio Pazos
Navarrete, iba en camino a ser derrotado de nueva cuenta en un distrito en el que
la hegemonía política es de la familia Yunes Márquez.
Y
es precisamente por eso que Herrera Beltrán decidió jugarse su última carta.
Defenestrado en el Altiplano, donde no le concedieron una sola posición en las
listas de candidatos plurinominales, echará su resto en el territorio de sus
más enconados rivales políticos, para lo cual impuso como candidata a su
discípula más querida. Y la más fiel de todos.
Porque
si hubo alguien que se mantuvo con la marca de la “fidelidad” grabada en la
frente es Carolina Gudiño. Fue la única que no negó a Herrera cuando el
presente régimen pretendió tomar distancia de él con “nuevos comienzos”, que no
llegaron ni a salidas en falso.
La
jugada de Herrera Beltrán es clara: si su más preciado alfil gana la elección
en el distrito de los Yunes, no sólo les propinaría a sus enemigos un duro
golpe en esa batalla eterna que libran desde hace 30 años. También demostraría
que su corriente política aún tiene peso y fuerza.
Pero
la intención va mucho más allá. De ganar Carolina Gudiño la diputación federal,
se convertiría en automático en aspirante a la candidatura priista a la
gubernatura de dos años. Sería ella, y ningún otro de los llamados “niños de la
fidelidad”, la representante de los intereses de Fidel Herrera, la punta de
lanza de este grupo para buscar mantenerse en el poder en Veracruz.
Carolina
Gudiño tiene una ambición sin límites, que la ha llevado a soportarlo todo
hasta la ignominia con tal de figurar en la política. Quienes la conocen de
cerca hablan de que desde hace años asegura que llegará a ser Gobernadora del
estado, a costa de lo que sea.
Pero
no la tiene fácil. Primero debe ganar la diputación federal este año. Y el distrito
por el que contenderá no es el suyo, Veracruz urbano, donde ha sido candidata
en las ocasiones anteriores que ha ido a campaña. Veracruz rural, que incluye
al municipio de Boca del Río, es más tendiente al panismo y en muchos de los
demás municipios que lo integran vomitan a la “fidelidad”.
Además,
la ex alcaldesa de Veracruz dejó una imagen no grata entre los porteños al
término de su administración municipal. Obras mal planeadas y ejecutadas,
despotismo, mala administración, le fueron señalados incluso antes de que
concluyera su encargo al frente del Ayuntamiento.
Pero
al final del día, estos actores siguen siendo meros peones en un juego de
ajedrez en el que todo sigue reduciéndose a la lucha política entre el
fidelismo y el yunismo. Lucha que le ha hecho un daño enorme a Veracruz.
Y
podría venir lo peor.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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