ENTRE EL COLAPSO Y EL AUTOENGAÑO
Fotografía:
Sergio Hernández/AVC Noticias
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Dice el refrán que no hay peor ciego que aquél que no
quiere ver, lo cual aplica definitivamente al caso de Veracruz.
La mañana de este martes 3 de marzo, decenas de jubilados
del estado se apersonaron a las afueras de la Secretaría de Finanzas y
Planeación (Sefiplan) para exigir que se les pagaran sus pensiones, mismas que
les habrían tenido que depositar desde la semana pasada.
Tuvo que salir el mismo secretario de Finanzas y
Planeación, Mauricio Audirac Murillo, a dar la cara ante los pensionados, la
mayoría de edad avanzada, que amenazaron con quedarse por tiempo indefinido a
las puertas de la dependencia, hasta que se les pagara lo que por ley es su
derecho.
El funcionario firmó una minuta en la que se comprometió
a efectuar el depósito de los 104 millones de pesos que faltaban para liquidar
el pago de la segunda quincena de febrero. Aunque más tarde, en un comunicado,
la dependencia que encabeza aseguraba que depositó en “tiempo y forma” los
recursos al Instituto de Pensiones, pero que hubo un “retraso” en la dispersión
de los fondos. El mismo pretexto de echarle la culpa a los bancos, cuando en la
actualidad las transferencias monetarias se reflejan de manera instantánea en
las cuentas. Claro, cuando dichas transferencias de verdad se llevan a cabo.
Tal situación, que se ha vuelto recurrente cada que hay
que pagar los salarios de la burocracia y las pensiones de los jubilados, está
a punto de causar un verdadero estallido social. Porque es de tal magnitud la
crisis de liquidez del Gobierno del Estado, que nada garantiza que la siguiente
quincena haya efectivo para pagar la nómina. El desaseo financiero de la
administración de Javier Duarte es monumental. El riesgo de colapso es real y
latente.
Pero el mandatario prefiere cerrar los ojos y negar la
realidad. Mientras los pensionados tomaban la Sefiplan, Javier Duarte declaraba
a los medios de comunicación que “las finanzas del estado están sanas y
sólidas”. Y para justificar sus dichos, puso como ejemplo que este mismo día se
entregaron 816 millones de pesos a los municipios de la entidad.
Lo que no aclaró el Gobernador es que ese dinero
corresponde a las participaciones federales que se envían a los ayuntamientos
desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y que su administración
también les ha retenido en varias ocasiones a pesar de que ello constituye una
ilegalidad, misma que está reflejada y destacada en los informes de
fiscalización de la Cuenta Pública de 2013, tanto del Órgano de Fiscalización
Superior del Estado (Orfis) como de la Auditoría Superior de la Federación
(ASF), irregularidad que también se presentó en los ejercicios de 2011 y 2012,
y que seguramente volverá a surgir cuando se revise la de 2014.
Pero lo más grave es que al cuestionársele al gobernador
Duarte precisamente sobre las observaciones que le hizo a su gobierno la ASF,
su respuesta fue que los señalamientos que se le han hecho tienen “trasfondo
político” por la cercanía de las elecciones federales.
¿Qué tiene de político-electoral que su administración
haya hecho humo más de cuatro mil millones de pesos del Seguro Popular? ¿O más
de dos mil millones del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal?
“La verdad es que cada que hay un proceso electoral
vienen este tipo de situaciones y circunstancias, todos lo sabemos. Sin embargo,
mi responsabilidad es cumplir con la legalidad y lo estamos haciendo”, dijo
Duarte.
La verdad, es que se les cae el estado a pedazos.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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