REGINA, LA INJUSTICIA Y LA DESESPERANZA
Falaces y tramposos
resultan los triunfalistas anuncios de la Procuraduría de Veracruz y sus
corifeos acerca de que se hizo “justicia” a Regina Martínez, la corresponsal de
la revista Proceso asesinada en Xalapa el 28 de abril de 2012.
Este miércoles 22 de
octubre, el procurador del gobierno duartista, Luis Ángel Bravo Contreras,
convocó a rueda de prensa para anunciar, como si fuera el acontecimiento del
año, la reaprehensión de Jorge Hernández Silva, alias “El Silva”, el único
indiciado bajo proceso en el homicidio de la periodista.
Este sujeto fue dejado en
libertad hace unos meses por el Tribunal Superior de Justicia del Estado, luego
de que el magistrado de la Séptima Sala Penal Edel Álvarez Peña no encontrara
elementos de prueba sobre su presunta responsabilidad en el asesinato de Regina
Martínez, ya que su confesión le había sido sacada a base de torturas y en el
lugar de los hechos no se encontraron sus huellas dactilares.
La familia de Regina
–bajo presión del Gobierno del Estado- apeló la decisión del magistrado y meses
después, fue ordenada la recaptura de “El Silva” para que, siempre sí, cumpla
la condena de 38 años y dos meses que, a pesar de todas las irregularidades
señaladas, le dictó la juez de distrito Beatriz Rivera Hernández.
Por su “buena” actuación
en este caso, Beatriz Rivera fue premiada con creces por el régimen, ya que el
gobernador Javier Duarte de Ochoa la propuso como magistrada del Poder Judicial
del Estado, lo que fue concretado por la LXIII Legislatura el pasado 9 de
septiembre, sin pudor alguno.
Sólo que “El Silva”
siempre estuvo en sus manos. Tras su liberación, fue trasladado a la ciudad de
Puebla, donde lo tuvieron trabajando en la central de abastos municipal, bajo la
supervisión del gobierno estatal. De ello estuvo enterada su abogada defensora,
Diana Coq Toscanini.
Su reaprehensión para
presentarlo como un gran logro de la Procuraduría y del gobierno de Javier Duarte
de Ochoa no es más que una faramalla, un show mediático para desviar la
atención sobre otros temas que preocupan al régimen, como la creciente
inseguridad pública. El “timing” de la recaptura y la presentación ante los
medios de “El Silva” estuvo calculado.
Lo más indignante y
desesperanzador es que la presentación de “El Silva” como el “asesino” de
Regina Martínez sólo implica la reiteración de la versión inicial del gobierno,
la única línea de “investigación” que ha querido seguir: a la periodista no la
mataron por su labor profesional, por su tarea informativa, sino por “juntarse
con malvivientes”.
A como dé lugar, el
gobierno de Javier Duarte pretende cerrar el caso bajo esta premisa, a pesar de
que existen claros indicios de que se trató de un crimen de orden político,
para lo cual basta revisar las últimas publicaciones de Regina Martínez en
Proceso.
La simulación, la
corrupción y la impunidad que carcomen las entrañas de México, en Veracruz
tienen carta de naturalización. Pero a pesar de eso, la verdad terminará por
imponerse y los verdaderos culpables de haberle arrebatado la vida a Regina
Martínez, serán señalados.
Tiempo al tiempo.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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