ESCUPIENDO PARA ARRIBA
El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, nuevamente
hizo gala de la repulsión que le causan los cuestionamientos de los periodistas
que optan por no darle por su lado ni hacen como que no pasa nada en Veracruz.
En una conferencia de prensa celebrada en el puerto de
Veracruz, Duarte fue cuestionado por una reportera acerca de los públicos,
notorios y cada vez más generalizados actos de violencia e inseguridad que
asuelan a toda la entidad.
Su respuesta, retadora, amenazante, de regaño rayando en
la cólera, fue increpar a la periodista, como acusándola de alegrarse de una
situación de la que el único responsable es el gobierno, tanto el anterior, en
el que participó, como el actual, que encabeza.
“La inseguridad es un tema
que les encanta hablar y diría que es como escupir para arriba (sic). Debemos
hablar de lo positivo de Veracruz. Tengo una mala noticia para ti y buena para
todos. Los hoteles en Veracruz están llenos”.
El Gobernador de Veracruz
pretende dar línea, decirle a los medios y a los reporteros de qué es válido
hablar y de qué no lo es. Cree que por decreto de su gobierno se puede ignorar
–que no desaparecer– la ola de violencia que sufre la población, mientras la
clase gobernante vive en el ensueño del poder que cada día se les va haciendo
menor, mientras se enriquecen a costa del dinero público.
Mientras Javier Duarte
buscaba humillar a la reportera, en Córdoba, la ciudad en la que se crió, un
comando armado asesinaba a un familiar del dirigente del partido Cardenista,
Antonio Luna. En Coatzacoalcos, donde vive la familia de su esposa, cinco
jóvenes están desaparecidos. En Xalapa y Veracruz, los asaltos a comercios y
casas habitación se multiplican.
¿Qué le hace pensar al
mandatario que a los periodistas les regodea la violencia? Es tan simple como
que si no hubiera inseguridad, si no existiera la proliferación de los crímenes,
simplemente no habría materia para que los reporteros le preguntaran sobre eso.
En cambio, no hacerlo a sabiendas de que ya representa un verdadero problema
social que se profundiza, sería no sólo faltar a la verdad, sino traicionar el
verdadero sentido del periodismo, de su profesión.
Si los hoteles en el puerto de Veracruz están llenos como
dice Javier Duarte, pues qué bueno por los hoteleros, que también han sido severamente
afectados por la inseguridad. Eso no cambia en nada la zozobra en la que vive
buena parte de la población de la entidad, incluida la de esa zona conurbada.
Eso no borra la violencia que le ha costado la vida a diez periodistas durante
su sexenio, los reiterados ataques contra los migrantes, los secuestros, la
ignominia.
Negarse a ver la realidad no la transforma. Lo que lo
hace son las acciones concretas, reales, legítimas. Pero el Gobernador prefiere
repetir la misma gastada cantaleta: “Veracruz se ha consolidado como punto
turístico importante. A pesar de quienes insisten en hablar de inseguridad
y cosas feas, Veracruz sigue generando empleos”.
No. Definitivamente no somos los periodistas quienes
escupimos para arriba. Sólo hacemos nuestro trabajo. Los gobernantes deberían
ocuparse en hacer lo mismo, en lugar de gastar saliva en diatribas.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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