TENGAN SU DIÁLOGO, "PINCHES MEDIOS"
De
inmediato mostró el Gobierno del Estado de Veracruz la calidad del diálogo quiere
llevar con los periodistas que no son sus “aliados”. O quizás sea más
pertinente decir, sus empleados.
Y
no sólo es la frase que se le escapó al secretario de Seguridad Pública Arturo
Bermúdez Zurita en el Congreso local el pasado viernes, cuando sin saber que ya
tenía micrófono abierto expresó lo que sin duda piensa de los reporteros:
“pinches medios”.
El
encono va más allá. Tras la protesta de un grupo de comunicadores durante la
comparecencia del propio Bermúdez ante la Comisión de Seguridad Pública de la LXIII Legislatura –quienes
sacaron pancartas demandando justicia por las agresiones sufridas la madrugada
del 14 de septiembre en el desalojo de maestros de la plaza Lerdo–, desde
alguna oscura oficina instruyeron a los amanuenses de la prosperidad para que
vapulearan con descalificaciones a quienes únicamente ejercieron su legítimo
derecho a manifestar inconformidad.
Con
argumentos de risa y pena ajena, los textoservidores se lanzaron contra los
comunicadores que tuvieron el valor de exigir públicamente el cese del
hostigamiento policíaco en las coberturas periodísticas.
Desde
minimizar la protesta, cuestionar “trayectorias”, hasta justificar que las
agresiones “son gajes del oficio periodístico”, las plumas a sueldo
pretendieron desautorizar el motivo mismo de la manifestación, que se llevó a
cabo a los ojos de todos los presentes, sin cubrirse el rostro, sin escudarse
en seudónimos.
Y
como se ha vuelto costumbre y “estrategia”, las insidias fueron difundidas a
través de los correos apócrifos que tanto le gusta usar al régimen para golpear
a sus adversarios, en el entendido de que es así como considera a los
periodistas que no se ponen de tapete de versiones oficiales.
Esto
entraña un riesgo enorme. Los reporteros están en indefensión absoluta, tanto
en el terreno laboral como en su integridad física. El gobierno lo sabe, lo
alienta y lo usa. Más allá de la anécdota de unas columnas mal redactadas por
supuestas “vacas sagradas” (que de lo segundo ya no tienen nada), hay la
intención de amedrentar, de infundir temor, de acallar las voces discordantes
con el discurso oficialista del “aquí no pasa nada”, mediante un mensaje muy
claro: o te alineas, o te aplasto.
A
ello hay que agregar la proverbial falta de solidaridad gremial que priva en el
sector periodístico, la enorme división entre los comunicadores que en los
últimos años se ha profundizado en Veracruz, a tal grado, que se justifican las
agresiones y hasta los asesinatos, pues “seguramente” el reportero violentado
andaba de “revoltoso”, o quién sabe en qué “estaría metido”. Y si protesta por
la inseguridad, seguro obedece a “intereses políticos”.
Quienes
conocemos a Lulú López, a Norma Trujillo, a Lupita López, a Alba Martínez, a
Rosa Hernández, y a los demás reporteros y fotógrafos que con pundonor se
hicieron escuchar, dando la cara, para decir basta a la impunidad y a la
violencia contra los periodistas, reconocemos su valentía y su calidad moral,
algo de lo que Luz María Rivera y el muerdealmohadas que firma sus libelos con
el seudónimo de Cony O. Contreras, carecen.
Y
también exigimos que se garantice su seguridad y que no haya represalias en su
contra, ni laborales ni físicas. No creemos en esas “casualidades” ni en los
“hechos aislados”, tan comunes en Veracruz.
Son
tiempos duros para el ejercicio periodístico en el estado. La “libertad de
inserción” se ha puesto por encima de la de expresión. Sólo que no terminan de
entender que cada día que pasa, es uno menos para ellos en el poder, y uno más
para nosotros como periodistas.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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