EL TRIBUNAL ELECTORAL, BAJO CONTROL DE LA “4T”
Fotografía: archivo |
En un alarde de obviedad que raya en el
cinismo, este martes José Luis Vargas Valdez fue “elegido” de botepronto, a
puerta cerrada y en votación dividida como nuevo presidente de la Sala Superior
del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
¿Y por qué la crítica? Porque precisamente
éste fue el magistrado que tuvo a su cargo la ponencia que presentó el proyecto
para negar definitivamente el registro como partido político a México Libre,
asunto en el que tenía especial interés “ya saben quién”.
Esto sin duda solo viene a confirmar lo que
ya era evidente desde hace tiempo: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación ha sido cooptado por el régimen de la mal llamada “cuarta
transformación”, que se lanzó a desestabilizarlo no bien entraba en funciones,
cuando se discutió la validez de la elección de gobernador que confirmó el
triunfo de la panista Martha Érika Alonso en el estado de Puebla, quien a las
pocas semanas moriría en un “accidente” al desplomarse el helicóptero en que
viajaba en condiciones que nunca han sido explicadas satisfactoriamente por
autoridad alguna.
Como se podrá recordar, en ese entonces hubo
enormes presiones desde el régimen lopezobradorista –desde todos los órdenes- para
que el TEPJF, presidido en aquel momento por la magistrada Janine Otálora,
declarara nula la elección de gobernador en Puebla, al grado que hubo una
crisis interna en el órgano jurisdiccional alentada, ¡oh casualidades de la
política!, por el mismísimo José Luis Vargas Valdez.
El magistrado de marras anunció en aquellos
días –diciembre de 2018- que presentaría denuncias por presuntas
irregularidades en el ejercicio del presupuesto en contra de Janine Otálora, a
quien acusó de no garantizar la unidad del pleno ni la “independencia” de sus
integrantes luego de que su voto impidió la anulación de la elección en Puebla.
En el mes de enero de 2019, ella presentó su renuncia como presidenta del
Tribunal, aunque permaneció en su puesto como magistrada.
La actuación parcial, sesgada y porril de
José Luis Vargas Valdez en el caso Puebla, aunada a que casi dos años después
se le turnara a él la ponencia para resolver contra el registro como partido de
la organización que encabezan Margarita Zavala y el ex presidente Felipe
Calderón –a quien el actual inquilino de Palacio Nacional odia con fervor-,
estarían recibiendo su “premio” con la presidencia del Tribunal Electoral
federal. En política no hay casualidades.
Como dato adicional que también podría
explicar muchas cosas, quien aparece como secretario instructor de la oficina
del nuevo presidente del TEPJF, pero de facto funge como coordinador de su
ponencia, es un abogado de nombre Roberto Jiménez Reyes, quien en la ya lejana
elección de gobernador de Veracruz de 2010 fue señalado como operador
(“mapache”, pues) del entonces candidato del PRI Javier Duarte de Ochoa.
Jiménez Reyes fue involucrado como parte del
equipo de abogados que comandaba Carlos Armando Biebrich –por encargo del
entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán- que elaboró el proyecto de
resolución con el que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial
del Estado de Veracruz –como se llamaba en esa época- validaron aquellos comicios.
Lo que resulta verdaderamente grave con miras
al futuro inmediato, es que estas acciones ponen de relieve que el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, máxima autoridad en materia
electoral del país y cuyas sentencias son inatacables, desde ahora no garantiza
en modo alguno que vaya a resolver con imparcialidad y apegado estrictamente a
derecho en los comicios que se avecinan, en los que estará en juego la
renovación de la Cámara de Diputados, de capital importancia para la viabilidad
del proyecto de la “4t”.
Y ya demostraron que ni siquiera les importa
guardar las formas. Hasta los priistas eran menos obvios que sus “primos”, los
“diferentes”.
Que
no son corruptos, solo son pen…
La respuesta del gobernador Cuitláhuac García
Jiménez al pliego de observaciones de la Auditoría Superior de la Federación
que detectó un posible daño patrimonial por más de dos mil millones de pesos en
la Cuenta Pública de 2019 es de antología: “tuvimos un atraso con lo de la
pandemia en la entrega de documentación que se refieren (sic) a esas
observaciones. (…) Nosotros no somos corruptos, vamos a entregar todo”.
El chiste se cuenta solo.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario