RIDÍCULO ÉPICO
Fotografía: Miguel Ángel Carmona/ FotoVer |
Vaya revés el que le propinó la Suprema Corte
de Justicia de la Nación al régimen de la autoproclamada “cuarta
transformación” en Veracruz.
En su sesión de este lunes, el pleno de
ministros echó para abajó el Decreto 576 por el que se reformaban varios
artículos de la Constitución Política del Estado de Veracruz, y que desde su
aprobación fue considerado como una asonada del gobierno de Cuitláhuac García
Jiménez para controlar las elecciones locales del año entrante.
Y es que una de las reformas centrales era la
reducción de 50 por ciento a las prerrogativas de los partidos políticos, que
son los recursos públicos con los que se financia su ejercicio, lo cual los
colocaba en una situación de franca desventaja frente a la operación clientelar
de los programas sociales a cargo del propio gobierno en beneficio del partido
oficial, Morena, que ha buscado seguir al pie de la letra el “guion” priista de
condicionamiento político de los “apoyos” a los sectores marginados.
Otra de las cuestiones relevantes de la
referida reforma era la desaparición de los consejos municipales electorales
para la elección de ayuntamientos, cuya función asumirían los consejos
distritales del Organismo Público Local Electoral (OPLE) junto con la figura de
“consejos municipales especiales”, un bodrio legaloide justificado -como suelen
hacerlo- en supuestos “principios de austeridad y eficiencia en el gasto
público” pero que en realidad se trataba de una trampa que desproveía de
certeza el conteo de los votos, ya que había que trasladar los paquetes
electorales a las cabeceras de los distritos en lugar de realizarlo en los
mismos municipios.
Sin duda una enmienda muy importante era la
reducción de cuatro a tres años en los periodos de los ayuntamientos con
posibilidad de relección, como sucede en el resto del país. No hay que olvidar
que en el sexenio de Javier Duarte fue reformada la Constitución para convertir
en cuatrienio el periodo de las presidencias municipales en la entidad y evitar
que sus elecciones se empalmaran con las de diputados locales y gobernador,
pues siempre significan procesos más complejos de controlar en comicios
concurrentes.
La reforma más controversial, junto con la
“trasquilada” a los recursos de los partidos, era la que señalaba que “no podrá
ser objeto de consulta popular (…) la permanencia o continuidad en el cargo de
los servidores públicos de elección popular”, con lo cual se “blindaba” al
actual gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, para evitar que fuera sometido a
una consulta de revocación de mandato como la que se autoimpuso el presidente
Andrés Manuel López Obrador para el año 2022. El mandatario veracruzano
difícilmente saldría avante de un ejercicio de esta naturaleza, al que ahora
será susceptible de ser llevado.
Todas estas enmiendas fueron tiradas a la
basura por la Corte bajo un argumento poco común pero que para efectos
prácticos conlleva el mismo efecto: “por falta de consulta a las comunidades
indígenas y afromexicanas de la entidad”, ya que “las autoridades locales se
encontraban obligadas a realizar una consulta de forma previa, libre,
informada, culturalmente adecuada y de buena fe en la que participaran dichos
grupos”.
Y para que a ningún “quedabien” se le
ocurriese buscar sacar una contrarreforma en el sumiso Poder Legislativo al
“cuarto para las doce”, la Corte les “cortó las alas” al determinar en su
sentencia el principio de “reviviscencia”, o sea, “el restablecimiento de la
vigencia de las normas anteriores a las reformadas, las cuales no podrán ser
reformadas durante el proceso electoral próximo a iniciar, salvo que se trate
de modificaciones no fundamentales”.
De esta manera, el proceso electoral local
para el estado de Veracruz tendrá que iniciar de inmediato y con retraso, pues
la norma que recuperó su vigencia establece que tendría que haber comenzado
desde principios de este mes; y por supuesto, la Secretaría de Finanzas y
Planeación del Gobierno de Veracruz tendrá que reintegrar –inmediatamente
también- todo el dinero que le “birló” a los partidos con registro nacional
desde el mes de agosto y a los nuevos partidos estatales a partir de que se les
concedió el registro.
El ridículo de la “4t” veracruzana es de proporciones épicas. Y sus efectos en lo electoral serán fundamentales.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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