LOS CRIMINALES NO ESTÁN EN CUARENTENA
Fotografía: tomada de redes sociales |
Tras varias horas de luchar por su vida, la
periodista María Elena Ferral falleció la noche de este lunes en el Hospital General
de Poza Rica, a donde fue trasladada luego de ser atacada a balazos en el
centro de la ciudad de Papantla por agresores hasta el momento no
identificados.
La corresponsal del Diario de Xalapa y directora
del portal Veracruz Quinto Poder en la zona norte del estado se distinguió
siempre por su estilo aguerrido y entrón, que le llevó a enfrentarse de manera
directa con algunos de los caciques de horca y cuchillo de aquella región, como
Basilio Picazo, ex alcalde de Coyutla a quien hace cuatro años denunció por
proferirle amenazas de muerte durante la campaña de éste como candidato del PRI
a diputado local.
Apenas la semana pasada, la reportera publicó
en sus redes mensajes en los que hacía notar que era víctima de acoso: “primero
Coyutla, ahora Tecolutla, los politiquillos mandan a sus esbirros a atacarme,
sigan, no me detendrán”, escribió en su cuenta de Facebook.
La región norte del estado de Veracruz lleva cerca
de dos décadas en manos de grupos delincuenciales, algunos de cuyos integrantes
incluso han incursionado en la política para proteger sus intereses mientras
siembran el terror a través de la violencia.
La prensa en aquella zona ha sido acallada de
la misma manera. El crimen organizado incide directamente en lo que se publica
o no en los medios y responde violentamente cuando sus “instrucciones” no son
atendidas. Peor aún, si se les exhibe. Desde hace varios años no hay autoridad
legalmente constituida que valga. Algunas, hasta las ponen ellos mismos.
Por ello no es exagerado afirmar que la
situación en la cual los periodistas de aquella zona trabajan es del más alto
riesgo, sin que exista nadie, gobierno alguno, al que le importe garantizar
condiciones mínimas de seguridad para ejercer el trabajo informativo. Los
compañeros hacen su labor bajo su propio riesgo.
Para muestra, hace poco más de dos semanas
otra periodista, Mireya Ulloa, quien funge como directora editorial del
periódico La Opinión de Poza Rica, fue atacada en su domicilio particular. Su
agresor, que la hirió al llegar ella a su casa, le dejó un mensaje respecto de
su labor periodística.
El asesinato de María Elena Ferral causó
conmoción en el gremio de la entidad. La Red Veracruzana de Periodistas –de la
cual formaba parte- emitió un desplegado dirigido al Presidente de México, al
gobernador de Veracruz y a la Presidenta de la Comisión Estatal de Atención y
Protección a Periodistas exigiendo “que dentro de su caso se tome en cuenta una
línea de investigación relacionada con su actividad como periodista; que haya
justicia pronta y expedita, así como claridad en el proceso; que se investiguen
las amenazas y antecedentes que ella denunció previamente; que se aplique el
Mecanismo de Protección Federal sobre su familia; que las instituciones de
Gobierno y las Organizaciones No Gubernamentales de Defensa de la Libertad de
Expresión salvaguarden la integridad de las y los compañeros de la región; que
los servidores públicos o actores partidistas se abstengan de desvirtuar los
hechos o politicen el asunto”.
Sin embargo, el mandatario veracruzano,
Cuitláhuac García Jiménez, de inmediato demostró cuáles son sus prioridades.
Mientras María Elena Ferral todavía peleaba por su vida, en su cuenta de
Twitter el gobernador se quejó de los medios que, en la confusión inicial, reportaron
prematuramente la muerte de la comunicadora hacia el mediodía.
“Lamento mucho que en estos momentos que
estamos tratando de salvarle la vida a la periodista María Elena Ferral,
algunos de sus colegas ya la hayan dado por muerta en sus ‘noticias’. ¿Tanto
mal le desean a la gente con tal de tener la oportunidad de golpear a un
gobierno?”, publicó García Jiménez –o alguno de los enemigos a los que tiene
incrustados en Comunicación Social-, como si la víctima fuera él.
De lo que no parecen enterarse es que las
víctimas de su incompetencia somos ocho millones de veracruzanos. Ni de que los
criminales no están en cuarentena.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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