“ANTICORRUPCIÓN”: MENTIRAS E IMPOSICIONES DEL “CAMBIO”
Fotografía: Gobierno del Estado de Veracruz |
La mesa está puesta para que el yunismo
gobernante se despache el “tamal” en el que convirtieron el proceso para erigir
al Sistema Estatal Anticorrupción.
Primero, en octubre del año pasado, el
gobernador Miguel Ángel Yunes Linares promulgó la reforma constitucional que
sentó las bases para la creación del nuevo entramado legal e institucional y
firmó un paquete de iniciativas para su reglamentación. Y desde el inicio, la
semilla de la simulación fue sembrada.
En la reforma constitucional, se estableció que
la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción esté subordinada a la
Fiscalía General del Estado. Es uno más de sus apéndices, lo que de suyo le quita
cualquier viso de autonomía.
De hecho, el texto constitucional reformado
señala que “el Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción durará en su
encargo cinco años, sin perjuicio de que pueda ser removido libremente por el
Fiscal General del Estado, siempre y cuando se actualice alguna de las causales
que se establezcan en la ley para tal efecto”.
Si el Fiscal Anticorrupción es un empleado más
de la Fiscalía –autónoma en el papel, servil y genuflexa con el Ejecutivo en
los hechos actualmente-, ¿cómo podría entonces investigar hechos de corrupción
que pudieran involucrar a ese mismo órgano, por ejemplo? Ya no digamos a un
funcionario de mucho mayor peso político, como un gobernador.
Por eso es que ya ni siquiera extraña la burda
maniobra del régimen, que al igual como colocó incondicionales en el Tribunal
de Justicia Administrativa y en el Instituto Veracruzano de Acceso a la
Información y Datos Personales, y pretende hacerlo con los nuevos magistrados
del Poder Judicial estatal y con los contralores internos de los organismos
autónomos, busca hacer Fiscal Anticorrupción a alguien que ahora mismo ya es un
empleado de la Fiscalía: Marcos Even Zamudio Torres.
En mayo del año pasado, este personaje fue
nombrado visitador general de la Fiscalía General del Estado por el titular del
organismo, Jorge Winckler Ortiz. Y es tan obvio el “tamal”, que más de un
diputado local –del PAN, por supuesto- ha salido a justificar la manera como se
desarrolla el proceso de “auscultación”, cuando ya se da como un hecho que el
“bueno” –sólo por aquello de que es el elegido- será Zamudio Torres.
Por cierto, se trata del mismo Marcos Even
Zamudio Torres que durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa se desempeñó
como director jurídico del comité organizador de los Juegos Centroamericanos y
del Caribe 2014, uno de los más grandes pozos de corrupción del anterior
gobierno, y en el cual, curiosamente, ni el gobernador Miguel Ángel Yunes
Linares ni su fiscal “autónomo” Jorge Winckler, se han ocupado por meterse a
investigar nada, a pesar de que desde ese entonces se documentaron las
interminables irregularidades y desvíos de recursos.
Nada de eso parece acongojar al fiscal
Winckler, quien ya ni siquiera se ocupa por cuidar las formas y se da tiempo
para dejarse ver en público con Zamudio Torres, departiendo en restaurantes.
La desfachatez y cinismo con que el régimen
yunista pisotea su propio discurso de cambio sólo es comparable con la del
duartismo, que cuando perdió las elecciones de 2016 intentó construirse un
sistema anticorrupción a modo para evitar que se llamara a cuentas a los
saqueadores. Si no lo hizo fue porque el Gobierno Federal ya no lo permitió,
tras la derrota electoral en Veracruz.
Pero parece que los yunistas son más
previsores. Están armando su propio sistema “anticorrupción” antes de las
elecciones. Por si llegase a ofrecerse.
Fotografía: tomada de redes sociales |
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario