SOLUCIONES MÍNIMAS A LA INSEGURIDAD
Fotografía: Gobierno del Estado de Veracruz |
Si bien ya resulta ocioso enfatizar el
incumplimiento de la promesa de campaña de resolver el problema de la
inseguridad en Veracruz en seis meses, en lo que sí hay que insistir es en que
el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares haga algo efectivo para detener la
violencia que azota a todo el territorio del estado.
Aunque los datos no les gusten, la realidad es
una: de acuerdo con el informe “Incidencia delictiva del fuero común 2017”,
realizado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
de la Secretaría de Gobernación –organismo que alguna vez fue encabezado por el
propio Miguel Ángel Yunes Linares, durante el sexenio de Vicente Fox-, Veracruz
ocupa el deshonroso primer lugar nacional en secuestros, en el periodo
comprendido de enero a septiembre de este año.
Según los datos dados a conocer la semana
pasada, en ese lapso se sumaron 133 denuncias por privación ilegal de la
libertad en la entidad, por encima de los estados de México, Tamaulipas y
Tabasco. Y hay que puntualizar que se trata de delitos denunciados. Los que no
se registran seguramente harían el volumen de secuestros cometidos mucho más
escandaloso.
El mismo informe establece que tan solo en el
mes de septiembre los delitos del fuero común en Veracruz aumentaron 10.4 por
ciento, con tres mil 912 denuncias por ilícitos de este tipo solamente en el
mes citado. Esta información se recaba a través de lo que la propia Fiscalía
General del Estado le reporta al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública.
Como queda evidenciado, la inseguridad que
asuela a los veracruzanos no se circunscribe a los enfrentamientos entre bandas
criminales, como las administraciones estatales, la anterior y la actual, han
pregonado para evadir su responsabilidad en el combate a la criminalidad.
Estamos hablando de delitos del fuero común, que afectan a la población de a
pie, que en varias ciudades ya no quiere ni salir a la calle, lo cual, en
consecuencia, repercute negativamente en la vida económica y conforma un
círculo vicioso interminable y sumamente dañino.
Al gobernador Miguel Ángel Yunes no le ha
quedado de otra que admitir que su administración no ha podido resolver el
problema de la inseguridad, por razones “diversas” a las que no quiso referirse
directamente este domingo, durante la presentación del Sistema Estatal de Videovigilancia,
que implicará la instalación de seis mil 476 cámaras en seis regiones de la
entidad veracruzana.
Si bien es cierto que la medida resulta
adecuada, no es en absoluto suficiente. Menos aún, en el contexto de la
retirada de la Policía Naval de las labores de vigilancia y seguridad pública
en el estado, toda vez que el convenio signado por la Secretaría de Marina con
el gobierno estatal expira en 2018, lo que complicará aún más la contención de
la oleada criminal en cualquiera de sus órdenes, común o del fuero federal.
Lo que es urgente es una depuración de los
cuerpos de seguridad pública del estado, que siguen prácticamente igual como
los entregó el anterior gobierno. Las cámaras ayudarán a detectar delitos en
flagrancia, sin duda. Pero si los encargados de operarlas son los mismos que
los cometen, pues el mal chiste se cuenta solo.
Asimismo, es menester que se refuerce la
coordinación entre los tres órdenes de gobierno para hacer frente a la
delincuencia y que cada quién asuma sus responsabilidades. A Veracruz no le
basta con soluciones mínimas al fenómeno de la inseguridad y la criminalidad. Y
no es posible que se diga que detener los enfrentamientos entre bandas
criminales no es prioridad ni competencia del gobierno.
¿Entonces para qué están ahí? ¿Para qué querían
el poder?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario