EL PRI SE DESBARATA
Fotografía: archivo |
La
crisis en el Partido Revolucionario Institucional en Veracruz se ha
profundizado de una manera inédita, de tal suerte que las consecuencias podrían
ser históricas, de tan aplastante que llegaría a ser su derrota en los comicios
municipales en puerta.
La
dirigencia de Renato Alarcón Guevara ha terminado de reventar la frágil cuerda
que mantenía una endeble unidad en un partido que se ha quedado huérfano de un
liderazgo aglutinante tras la pérdida de la gubernatura, y que se resquebraja
ante la expectativa de que serán barridos en los comicios del próximo 4 de
junio.
Con
anterioridad se ha mencionado la dificultad para que ese instituto político
lograra integrar sus planillas de candidatos a ediles, ya que en varios
municipios nadie quería ser abanderado a presidente municipal, pero sí a
regidor.
Las
definiciones finales de la integración de las planillas han tenido como
consecuencia renuncias de militantes en varios municipios, mientras que otros
igual de agraviados, pero que decidieron quedarse en las filas priistas, sólo
lo harán para jugarle las contras a su partido.
En
municipios como el de Veracruz, se recurrió a un recurso tan patético como el
de postular al dueño del club de futbol profesional Tiburones Rojos del
Veracruz, Fidel Kuri Grajales, quien claramente incumple con el requisito de
residencia, pues todo mundo en el estado sabe que vive en Orizaba, de donde es
diputado federal con licencia, además de que primero exploró la posibilidad de
ser abanderado por Boca del Río.
Eso
causó gran malestar entre el priismo porteño, que cansado de imposiciones, y
con posibilidades mínimas de ganar, muy difícilmente se moverá para favorecer a
un intruso impuesto por su dinero y por el espejismo de que el equipo de soccer
lo impulsaría, cuando a duras penas lograría salvarse de descender a la liga
inferior dada su pésima temporada.
En
el municipio vecino, Boca del Río, no le va mejor al PRI. Militantes
denunciaron la imposición en el primer lugar de la lista de regidores de un tal
Carlos Nosti, quien resulta que es novio de Andrea Yunes Yunes, hija del
senador Héctor Yunes Landa, que sigue aferrado a la idea de repetir como
candidato a la gubernatura el año entrante. Al paso que van, probablemente lo
sea de un cascarón reventado en mil pedazos.
En
medio de ese desastre, las sospechas de malos manejos de recursos también
alcanzaron a la dirigencia estatal priista, de donde salió el pasado 19 de
abril Hugo Eliud Meraz Barrera, que fungía como secretario de Administración y
Finanzas del Comité Directivo Estatal desde que lo presidía Amadeo Flores
Espinosa, y a quien se involucró recientemente en un presunto desvío de más de
500 millones de pesos provenientes del gobierno estatal para la campaña del PRI
del año pasado.
Mientras
todo eso sucede, la cacería de los duartistas saqueadores de Veracruz ha
terminado de desprestigiar a ese partido, por más que desde Los Pinos y la
dirigencia nacional hagan intentos desesperados por convencer al electorado de
que va en serio la lucha contra los corruptos.
La
verdad es que nadie les cree absolutamente nada.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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