CANTAN LOS "PÁJAROS DE CUENTA"
Fotografía: e-Veracruz |
Más que la actitud arrogante que lo
caracteriza y que desplegó desde el mismo día de su aprehensión, o su
estrategia de posponer su decisión sobre aceptar voluntariamente la extradición,
lo más interesante de la comparecencia de Javier Duarte de Ochoa ante la
justicia de Guatemala fue conocer los avances de la investigación en su contra,
y cómo sus cómplices están “cantando”, como los “pájaros de cuenta” que son.
Durante la primera audiencia del ex
gobernador Javier Duarte de Ochoa en el Quinto Tribunal de Sentencia Penal de
Guatemala, le fue leída la carpeta de investigación con los delitos que le
imputa la Procuraduría General de la República, con un elemento adicional: las
declaraciones de varios de los implicados en el saqueo a Veracruz que ya están
detenidos, en las que se menciona a otros miembros de la pandilla.
Por
ejemplo, es de destacarse el testimonio del ex secretario de Seguridad Pública,
el alguna vez intocable y poderoso Arturo Bermúdez Zurita, quien implicó
directamente a su ex amigo Javier y al ex tesorero Tarek Abdalá Saad en
operaciones ilícitas.
Bermúdez
declaró a la PGR que Duarte
de Ochoa le pidió, a través de Tarek Abdalá, que la Secretaría
de Seguridad Pública y no la de Finanzas recibiera los recursos que llegaran al
estado etiquetados para esa materia, para después entregarlos a la Tesorería y
reutilizarlos en otros fines, misma estratagema que ya aplicaban en otras
dependencias, como la Sedarpa, la SEV y los Servicios de Salud. Según Bermúdez,
se negó a hacerlo.
Otro
nombre que salió a relucir es el del ex subsecretario de Finanzas y
Administración, Juan Manuel del Castillo. Durante la audiencia se leyó que
Javier Duarte ordenó que su amigo de la juventud en Córdoba se encargara de
todas las operaciones de facturación con empresas contratistas, lo cual no
cumplió a cabalidad, quedando a la deriva 350 millones de pesos pagados por el
gobierno hasta diciembre de 2015.
Tanto
Tarek Abdalá como Juan Manuel del Castillo son legisladores en este momento. El
primero, federal, y el segundo, local, por lo que cuentan con fuero. Abdalá
enfrenta un proceso para ser desaforado que está siendo bloqueado por el PRI en
la Cámara de Diputados, mientras que sobre Del Castillo no existe hasta ahora
proceso penal alguno, aunque sí la sospecha de haber sido quien dio al gobierno
estatal la ubicación de una bodega en la ciudad de Córdoba, donde se guardaron
los muebles y artículos personales de los Duarte Macías que se encontraban en
Casa Veracruz, incluidos los infames diarios de Karime.
Los
nombres de los operadores financieros cercanos de Duarte de Ochoa, como Moisés
Mansur, José Juan Janeiro, Alfonso Ortega y Rafael Gerardo Rosas Bocardo
también fueron implicados en la red de prestanombres para desviar recursos que
fueron utilizados, en buena parte, para sostener el tren de vida del ex
gobernador y su familia, de acuerdo con los expedientes de la PGR, que ya
tendría que haber procedido en su contra también.
Era
de esperarse que ante el desastre, quienes junto con Duarte gozaron del
desfalco a las arcas estatales ahora repartan culpas, aplicando aquello de “si
caigo yo, caen todos”. Porque entre criminales, que es lo que son los
duartistas, no hay lealtad que valga ya.
Quizás
por ello Javier ya no sonrió esta vez.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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