¿UN CONGRESO IMPROVISADO?
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Fotografía: CDE PAN Veracruz |
Este
martes, el Partido Acción Nacional presentó a quien será el coordinador de su
bancada y, por tanto -al convertirse en la primera fuerza del estado tras los
pasados comicios-, el próximo presidente de la Junta de Coordinación Política
de la LXIV Legislatura del Estado de Veracruz.
Se
trata de un joven de apenas 30 años de edad. Su nombre es Sergio Hernández
Hernández, quien arriba al Congreso local por la vía de la representación proporcional.
Se trata de una posición del dirigente estatal panista, José de Jesús Mancha
Alarcón.
Lo
primero que salta a la vista, además de la juventud del diputado, es su falta
de experiencia legislativa y en asuntos públicos en general. Vaya, ni siquiera
ha concluido sus estudios profesionales en la carrera de Derecho.
Esto
de inmediato generó críticas y principalmente dudas sobre su capacidad para
llevar las riendas del Poder Legislativo a partir del próximo 5 de noviembre,
cuando asuman funciones los nuevos diputados locales veracruzanos.
Y
es que el Congreso estatal es, sin exagerar, una especie de monstruo de 50 cabezas
con una gran complejidad para ser gobernado. Mucho más aún, en un escenario
como el que viene, en el que ningún partido por sí solo contará con la mayoría
absoluta para tomar decisiones aisladamente. La negociación será fundamental
para que cualquier asunto que ahí se aborde pueda llegar a buen puerto.
Sin
embargo, la tónica del próximo Congreso local parece ser la de la improvisación.
Pocos serán los legisladores con experiencia en esos temas. Para no ir muy
lejos, la otra bancada que tendrá fuerza en la LXIV Legislatura, la del
Movimiento de Regeneración Nacional, estará integrada, salvo una o dos
excepciones, por ilustres desconocidos, algunos de los cuales fueron designados
como candidatos a diputados por la vía del sorteo. Y no, no es broma. Serán
diputados de “tómbola”.
Paradójicamente,
aunque en realidad tampoco extraña, la bancada que tendrá más legisladores
experimentados en la política y el servicio público será la del PRI y sus
aliados. Lo cual tampoco es garantía de buen desempeño ni de probidad, sobre
todo cuando vemos en esa cuadra nombres como el de Vicente Benítez o el de Juan
Manuel del Castillo, quienes traen grabado en la frente, como una letra
escarlata, el símbolo de la corrupción del duartismo del que provienen y al que
sirven.
No
es que se trate de establecer prejuicios sobre todos los noveles diputados. Hay
varios nombres que sí cuentan con experiencia y conocimiento en temas públicos,
aunque no necesariamente en los de orden legislativo. Pero hasta ahora, lo que
se sabe en concreto y lo que ha trascendido respecto de quienes llevarán la
conducción de los trabajos de la próxima Legislatura, ha generado más dudas que
buenos augurios.
Por
lo pronto, el próximo jefe del Congreso ya adelantó la agenda de su partido para
el periodo de sesiones que inicia en noviembre: echar abajo las últimas
reformas duartistas, como la basificación masiva de la burocracia y la afectación
del impuesto a la nómina para pagar adeudos, y destituir al actual fiscal
general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras.
Ojalá
que también traigan propuestas de transformación y contrapesos institucionales.
Le urgen a Veracruz.
La obsesión por la
foto
La
obsesión del todavía gobernador Javier Duarte por aparentar una cercanía
inexistente con el presidente Enrique Peña Nieto, forzando abrazos y
fotografías, de tan patética, es lastimera. Veracruz no se merece esa
representación.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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