PRD, UN ENFERMO TERMINAL
Aunque en el discurso lo minimizan, la realidad es que el
surgimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene en estado
pánico al Partido de la Revolución Democrática, que está en verdadero riesgo de
desaparecer.
Y es que la credibilidad del perredismo institucional terminó
de desaparecer con su tibia defensa de la riqueza energética del país que fue
puesta a remate con la reforma promulgada este lunes por el presidente Enrique
Peña Nieto.
Pero la caída en picada del PRD tiene ya tiempo
gestándose. Básicamente, desde que a nivel federal se convirtió en un partido
colaboracionista y “palero” del régimen priista, olvidándose de que era
oposición con tal de “participar” de la discusión de los “grandes” temas
nacionales, de la cual fue excluido cuando, aunque fuera por mera pose
ideológica, se manifestó en contra, como fue el citado caso de la reforma
energética.
Su papel de simple patiño del Gobierno Federal le está
siendo cobrado ya. En su bastión histórico, la ciudad de México, se registra
una desbandada silenciosa de militantes. Las alianzas inconfesables,
consentidas y hasta promovidas por el PRD en los estados de la República,
también provocaron un total desencanto en sus afiliados y simpatizantes, que
cada vez en mayor número emigran hacia Morena, en lo que consideran es su
última opción para participar en política por la vía institucional, con todo y
que ese nuevo partido sea un club de fieles seguidores de Andrés Manuel López
Obrador, cuya fuerza política y electoral apenas está por medirse.
Como sucederá a nivel nacional, también en Veracruz –quizás
uno de los ejemplos más claros del descrédito del perredismo que se vendió al
mejor postor– habrá relevo en la dirigencia estatal. Pero de los aspirantes presidir
a ese partido no se hace uno.
Rogelio Franco Castán, quien ya fue hace años dirigente
estatal del PRD, es el candidato del grupo que tomó por asalto a ese partido
con la ayuda del Gobierno del Estado de Veracruz desde el proceso electoral
local de 2013. Representa la continuidad del “PRD rojo” abyecto y espurio
encarnado por Sergio Rodríguez Cortés, que se entregó al régimen priista en la
entidad y que de izquierda ya no le queda ni el discurso, pues sus actuales “figuras”
son bufones al servicio del Ejecutivo o trapecistas a sueldo que van de partido
en partido como sanguijuelas de la política.
Hay otros aspirantes que ya manifestaron sus intenciones
de participar, como Daniel Nava, quien también fue cómplice del asalto priista
al PRD en 2013, pero que después fue hecho a un lado por Sergio Rodríguez y sus
golpistas. Y así nos podemos seguir mencionando a personajes de la misma ralea.
El Partido de la Revolución Democrática, como proyecto de
una izquierda moderna, se perdió primero en el caudillismo del que emergió,
luego en el pragmatismo que lo desdibujó y finalmente en la corrupción que lo
hundió. En esas condiciones, más le valdría desaparecer.
Pero mientras la caja de las prerrogativas siga sonando, y
los maletines llenos de dinero no dejen de llegar, ahí seguirán, como rémoras
de un régimen que una vez intentaron modificar por la vía de la democracia.
Triste final.
Solidaridad y exigencia
La semana pasada, y por segunda ocasión en pocos meses,
la casa de la periodista Yamiri Rodríguez Madrid en la capital de Veracruz fue
allanada por presuntos asaltantes. Y decimos presuntos porque, igual que la
primera vez, no se llevaron objetos de valor, lo que provoca sospechar que se
trate de una intimidación.
A Yamiri le expreso mi solidaridad incondicional y mi
afecto. A la autoridad estatal, se le exige que de una vez por todas haga su
trabajo, ofrezca garantías a la periodista para ejercer su profesión y se ocupe
de la seguridad de los ciudadanos veracruzanos, que cada día está en peores
condiciones.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario